lunes, 17 de septiembre de 2012

Competición subida a la Fuente del Sapo 2012



Una vez más, y con mucho gusto de nuevo estamos en las andadas. En este caso con una nueva competición que llevemos a cabo, como es la de la Subida a la Fuente de Sapo en la localidad del Algar de Cartagena.

 Siempre deciros que me hubiera gustado haber hecho algún específico atrás, y haberlo colgado como crónica, pero me ha resultado imposible por todo lo que llevo en danza.

Sin más y para no enrollarme os dejo lo que para mí ha vuelto a ser otra competición de ensueño. 

Después de esa tremenda y preciosa competición como ha sido la Subida al Veleta, lo que tocaba era "amarrar el pony" durante un tiempo. Durante unas semanas. En mi caso, las sensaciones que tuve en ella no fueron muy buenas y lo que me pedía mi cuerpo era descanso. Estaba tremendamente agotado.



Así lo he hecho. Así es como he afrontado todas estas semanas que han sucedido después de esa competición. Descansando y disfrutando de la montaña. Sin ningún otro cometido que salir a ella y mientras transitaba, sentir y disfrutar con todo lo que me rodeaba.

Específicos preciosos que he compartido junto a mi mujer en algunos días. Más suaves de la costumbre, pero que a mí me venía de perlas. No está bien siempre ir al 100 X 100. De lo que se trataba era de descansar aproximadamente unos 15 días.

Había que bajar el nivel para volver a sentir las ganas de querer competir en breve. La competición es muy exigente. Y nosotros al exigirnos tanto en ella tenemos que administrarnos, para por lo menos a la que hagamos acto de presencia disfrutarla a tope como si se tratara de la última.



Ese es mi cometido y mi fin en esta vida. Disfrutar de todo esto que me rodea que es maravilloso y de las mejores maneras.

El correr igual que te puede resultar beneficioso en tu vida, si te sobre entrenas puede volverse un arma de doble filo y apuñalarte donde más te duele. Y lo digo por experiencia.

Tantas obligaciones. Que si marcas. Que si series y más competiciones, hace que tu cuerpo genere un estrés que no administrado de las mejores maneras, puede ser dañino y no sabes cuanto.

Por eso desde hace tiempo (mucho tiempo) por experiencias pasadas. Todo mi entrenamiento gira en una sola dirección. Esa dirección es la de disfrutar de todo lo que hago. SIn exigirme más de lo estrictamente necesario y beneficioso para mi salud.



La competición esta muy bien. Pero exigirte más de lo que puedes dar en su momento, puede derivar en causas mayores y hacer que lo que realmente amas, puedas aborrecerlo para siempre.

Yo  voy a mantenerme fiel a mis principios. A mi intuición deportiva que desde hace mucho tiempo no me falla. Es esa de escuchar a mi interior. A tu cuerpo.

Aunque te parezca mentira él te habla. Él en todo momento te dice como se encuentra para afrontar lo requerido. Por eso escúchalo y no lo fuerces. Es preferible a veces hacer un alto en el camino (que siempre han dicho que a veces se convierte en un buen entrenamiento), y al día siguiente seguir con lo planeado. Pero con sensaciones diferentes.




Son tantas cosas y buenas las que tengo que contaros, que espero que durante todo este tiempo que he estado en el anonimato no se os haya hecho muy largo.

He preferido dejar la crónica del veleta durante todo este tiempo para que le pudierais sacar el máximo partido y disfrutar a tope. Nosotros al respecto no hemos parao. Hemos continuado con lo nuestro, que no es otra cosa que seguir corriendo por la montaña.

Ha habido entrenamientos bárbaros y específicos de los buenos. Pero como los mismos se desarrollaban íntegramente por recorridos los cuales ya os lo había enseñado. Preferí esperarme y transcribiros competicones nuevas.

Y ahí es donde quiero llegar a parar. Con la nueva temporada ya comenzada y preparándonos para lo que viene. Poco a poco vamos engranando lo que va a ser las competiciones que vamos a llevar (en breve) acabo.



Esta semana cerquita de mi casa, a penas 15 Km. se daba lugar una cita y de las buenas. En la localidad del Algar (Cartagena) se daba cita de nuevo a otra Subida a la fuente del Sapo. Se trataba de una carrera por montaña de apenas 8´5 Km. pero muy rápida y ante todo exigente. Con corredores de la zona de máximo nivel. Ese recorrido está fraccionado de la siguiente manera, casi 4 km en sentido ascendente, para llegar un altiplano y dejarte caer hasta llegar a meta. Como os decía muy rápida y super exigente.

Ese ha sido nuestro punto de inflexión. Nuestro comienzo. Nuestra nueva andadura ante esta nueva temporada que se nos presenta. Que por cierto tengo que decir (sino pasa nada) que va a ser muy buena.

Como os decía. A las 18:00 horas en punto ya nos encontrábamos por las inmediaciones a la prueba para estacionar los vehículos y comenzar con un buen calentamiento. La climatología reinante en la zona buenísima. Día soleado y muy bueno.



Esta carrera no es como las últimas a las cuales hemos hecho frente, y recordando el pasado, de lo que se trataba era de calentar bien y salir ya como aquel que dice sudando.

En este tipo de competición, donde el ritmo impuesto por los corredores de inicio es tan fuerte, debes ser consecuente y  hacer las cosas bien, para evitar futuras lesiones. O si ya no futuras, inmediatas lesiones como puedan ser roturas fibrilares o tirones.

Tienes que tener los músculos como la pasta antes de ser servida en un plato, aldente. Ese es el truco y luego como siempre a correr por sensaciones.

El preámbulo a la competición fue de lujo. Muchos recuerdos me venían a la cabeza ya que esta misma competición la había corrido el año pasado



 Esa circunstancia he de decir que siempre es buena. Bueno mejor dicho, muy favorable para preparar la carrera. El no tener la preocupación de como será el recorrido y que ritmo tendré que llevar en todo momento. Hace que todo se vea desde otra prespectiva y de inicio este muy tranquilo.

Al conocerlo hace que todo se vea de diferente manera. Mi único cometido en el día de hoy (ese había sido mi planteamiento de carrera), y como exigencia en la competición, colocarme entre los 10 primeros e intentar en su justa medida aguantar el ritmo de carrera impuesto. El año pasado en dicha competición me quede en la posición núm 12+1 y quería exigirme un punto más sobre lo establecido.

Poco a poco, calentando dicho previo junto a parte de la BDM X-TREM (Brigada de la Muerte), como eran, Mister Morcillo, Ángel Mayor y Dani Campos, y el que suscribe, veíamos a los compañeros de siempre. Integrantes del club correbirras (que para mí siempre son especiales).  Los del Centro Excursionista Cartagena (que a día de hoy hubieron algunos corredores que echamos tremendamente de menos como a la familia Ibarra y Esther Sánchez)



Corredores del Club Maratón Cartagena que a nuestro paso los saludos eran compartidos. Corredores de la Manga Club que más que corredores eran amigos. Los Mandaraches de siempre, esos que nunca te fallan. Y los del Roler Master que a nuestro paso ese Bijainnnnnnnnnnnnn se alzaba a los vientos.

De los componentes del equipo “Rutritón” que decir. Tremendos astronautas. Ya lo he dicho y no me cansaré de repetirlo hasta la saciedad. Para mí estos seres humanos son de otro planeta.  D. Alberto y el Sr. Pueyo siempre en cabeza. Para mí siempre verlos en los preámbulos de la competición, son síntomas de que la exigencia que se va a imprimir en ella va a ser muy buena.

Y que decir de mis compañeros de batalla. Pablo, Fernando y Antonio. Parte integrante del equipo que quedamos campeones en la RDLF 2012 con FONTANERÍA MARTINEZ. Tremendos titanes y ante todo personas. Los admiro, quiero y respeto bárbaramente.



A todos ellos y demás compañeros que nos íbamos encontrando a nuestro paso mientras calentábamos, decir que para mí era un auténtico jolgorio y disfrute. Una auténtica locura deportiva sumada a su máxima potencia.

Sin más y ya puestos en líneas de salida los nervios a flor de piel. U2 de transfondo y la peña preparada para dejarse la piel.

Hablando de Piel, la tenía de gallina de verme de nuevo inmerso en una nueva competición y de estas características.

3-2-1 y salida de rigor. Comenzaba la fiesta y de que manera. El ritmo impuesto por la cabeza (Alberto al frente de la misma, y que fue ganador de la prueba), como siempre bestial. Yo desde los comienzos me situé cómodamente sobre un ritmo el cual me iba hacer sentirme bien esos primeros km.



De lo que se trataba era de no errar como en competiciones anteriores. Y más en esta que de inicio la misma daba comienzo cuesta abajo. Ahí te puedo asegurar que si te regalabas, todo lo que hicieras en exceso, a posteriori y tramo final de la competición lo pagarías por defecto.

Por eso como siempre digo, escuchando a mi cuerpo y respiración. Esa desde hace mucho tiempo que no me falla. En todo momento sabes como vas y si puedes (llegado el caso) apretar y continuar.

Yo como os decía esos primeros tramos iba aproximadamente entre los 15 primeros. Intente aguantar el tirón, pero a partir del Km. 2 me resulto imposible. Lás máquinas se ponían en funcionamiento y el ritmo impuesto para mí llegado el momento, era imposible de afrontar.

En este caso, preferí asegurar y seguir al ritmo establecido y el cual me iba bien en esos precisos momentos.



Hubo un momento en la competición que se me empezó a secar la boca. No llevaba nada de nada. Ni comida ni bebida. Para el tramo al cual íbamos hacer frente pense que no me iba hacer falta.

Comida no me hizo falta, ahora, eso sí, bebida la verdad que me tendría que haber hechado un botecito de agua. Lo bueno fue, que cuando empezaba a estar más jodido. Cuando empezaba a necesitar líquido para quitarme esa sequedad de la boca, mi sorpresa, inesperada, fue ver a lo lejos a un grupo de niños, los cuales en sus manos portaban lo que parecían ser botellitas de agua. Diossssssssss que aljibe inesperado. Que oasis más precioso. A ellos les mando un fuerte abrazo porque una vez más, me salvaron. G R A CI A S.

Trago de agua de rigor, remojon para optimizar la maquinaria y a seguir como lo habíamos hecho hasta ese preciso momento.

A todo esto tengo que agradecer que en parte del recorrido tuve la ocasión de compartirlo (sin ponernos de acuerdo) al lado de uno de los míos. Uno de los grandes y del cual este año sin duda se va hablar no quedándome la menor duda. Me refiero a mi gran compañero Ángel Mayor.



Una vez puestos en competición, la conjura esta hecha. El equipo que siempre nos juntamos para llevar a cabo los entrenamientos, cada uno hace lo que se le está establecido por convicción propia. Sin pique ninguno. Y si hay algún pique en este  caso, siempre entre nosotros será de los sanos.

Nada más que el de superarte. El de ver que en competiciones pasadas a compañeros tuyos, lo llevabas en la distancia y gracias al sacrifico realizado junto a ellos, en esta nueva competición los ves ahí al lado. Y si llegado el momento y puesto en ruta, ves que están más fuerte que tu, sin duda alguna dejar que pasen, y disfrutar de ver como por delante de ti corren.

En esos momentos de competición se olvidan los entrenamientos y específicos que has llevado a cabo, centrándote en una sola cosa, que llegado el caso es;  seguir corriendo y de las mejore maneras que sepas hacerlo.

Como os decía, tener durante la totalidad de la prueba a Angel Mayor delante de mí, fue un punto de motivación y placer hasta llegado casi coronar el Km. 5.



Momentos de llegar a esa subida, y que nos pasara el gran “OSCAR LA TORRE”, a Ángel Mayor le comenté muy brevemente (porque el ritmo establecido no era para mantener una conversación profunda), que aguantara en dicha subida estableciendo un ritmo de ascenso que le fuera cómodo, sin forzar, y una vez más en todo lo alto ya por sensaciones puras y duras se dejara caer hasta llegar a la meta. El tramo duro de la competición estaba llegando a su fín y de lo que se trataba era de hacer bien las cosas.

Él no conocía el terreno y creí conveniente el comentárselo. Si en dicha ascensión de apenas 300 metros hubiera forzado, una vez arriba no hubiera respondido de la manera que lo hizo. Para mí (como os decía) fue un auténtico placer tenerlo conmigo y después ver como se alejaba. Es tremendo este muchacho.  En esta competición en concreto, sin duda él ha sido ( propiamente dicho) mi ANGEL de la ruta.

Prosiguiendo con la competición, en el momento que todo ya se encauzo cuesta abajo la cosa cambio. Me veía fuerte e iba a ritmo, intentando seguir la estela de mis compañeros y los cuales tenía delante. Sabía que iba bien porque llegado a ese tramo nada más que me habían adelantado dos corredores.

Poco a poco el lactato iba haciendo acto de presencia en mis piernas, la fatiga se iba acrecentando y mis piernas ya no respondían de la misma manera.

A penas me quedaban un par de Km. para llegar a la meta y mirando hacia tras (y viendo a mis oponentes) exceptuando mi hermano Fernando. Tuve que sufrir para no decaer en mi ritmo.



Curva a curva veía que se iban aproximando y después de tremendo esfuerzo no podía dejarme vencer a la primera de cambio viendo que aún me quedaban fuerzas para seguir luchando.

La cosa, hubiera cambiado si detrás mía en esos momentos hubiera llevado nada más que a mi gran amigo y compañero de fatigas en la RDLF 2012 Fernando. No lo hubiera dudado en ningún momento, en esperarme escasos metros y entrar junto a él por la meta.

Lo que pasa que al fijarme en una de las variantes del recorrido quién iba detrás mía, pude comprobar que aparte de él, venían unas cuantas gacelas más, que si me hubiera esperado me hubiera perjudicado en mi entrada final en línea de meta.

Lo que os decía, apenas 1´5km para llegar a la meta y hacia mí mismo me decía que el objetivo lo tenía a escasos metros, cada vez más cerca. Que tenía que continuar en la lucha y seguir sufriendo para dar sentido a todo esto. 



Una vez más mi motivación era extrema y me decía que no podía decaer en el ritmo. Que apenas me quedaban 6 minutos de sufrimiento para conseguir la meta. Que debía continuar costara lo que me costara, y una vez cruzada la línea de meta, saber que por todo ese esfuerzo realizado, no podría haber sido de mejor manera, por que durante todo el recorrido, me había dejado la vida en ello.

Y así fue como ocurrió. 33 minutos de competición y se daba por finalizada la carrera. 8´5 Km. los cuales se me habían pasado rapidísimos. Hacía bastante tiempo que no competía a estos niveles y he de decir que las sensaciones que me embargaron fueron tremendas.

No tiene nada que ver estas competiciones tan cortas a la que estábamos acostumbrados a hacer hasta hace poco. Las de larga distancia tienen otro fundamento, otro contexto. Otra estrategia (si cabe decirlo), a llevar a cabo.

En esta competición comparándolas con las de larga distancia, en la misma parrilla de salida, te das cuenta que todo es diferente. En las mismas caras de los corredores se palpa la tensión. Nervios, la adrenalina a tope y deseando que den el pistoletazo de salida para asentarte en carrera y tranquilizarte. Y más aún si se da el caso como en esta ocasión que previo a la salida te dicen;  en sus puestos, 3,2 y ehhhhhhhhhh, comenzamos de nuevo. Ufffff la peña como miraba. Al segundo intento en este caso es cuando se dio por buena. 3,2,1 y a correr se ha dicho.



Pero bueno, sabía a lo que iba, y a día de hoy y escribiendo en estas líneas he de decir que estoy súper contento de haberla corrido.

Ya la hice el año pasado y tenía claro que iba a repetirla (y el año que viene si Dios quiere, una vez más y esperemos que mejor).

Encima de todo, este año había un aliciente añadido a esta competición, que era en comparación al año pasado haberla incrementado en su recorrido 500 metros más. Para mí, perfecto y extraordinario como se llevo a cabo toda la competición.

El haber coincidido de nuevo con viejos camaradas. Con auténticos titanes de órdago en dicha carrera, para mí fue algo maravilloso, especial y épico si cabe decirlo. Ver a D.Alberto, al Sr. Pueyo, a mi camarada Pablo y a súper Antoñico (que cojones que tiene este chaval), dándolo todo en cabeza durante toda la competición, llegado este momento he de decir que estoy tremendamente orgulloso de ser amigo de ellos. 

Una vez finalizada la competición y entrado por línea de meta ya las sensaciones de agobio,  nervios y angustia, se marcharon para dar entrada a un éxtasis de emociones impresionantes. Escasos metros después de cruzar la línea de meta el que suscribe, lo hacia mi amigo Fernando. Y a escasos metros antes mi compañero de equipo Ángel. Os podéis imaginar mi estado cual era al verlos al lado mío. Nos fundimos en tremendo abrazo y las felicitaciones fueron mutuas.

Con ese detalle es con el que me quedo siempre. Una vez terminada la competición, ver a cada uno de los corredores y ver sus caras de satisfacción por haber conseguido su sueño. Uno más que otros, pero al final por una misma causa, completar la competición íntegra entrando en meta con el recorrido hecho.

Lo bueno para nosotros aún estaba por llegar. Una vez finalizamos la competición y después de las correspondiente fotografías de rigor junto a la peña y haber repuesto energías en los diferentes puntos de ingestión de alimentos y líquidos. Ángel Mayor y un servidor nos dispusimos a realizar la segunda parte de lo que teníamos planeado como entrenamiento.

Lo dicho una vez finalizado todo, nos dispusimos a irnos al vehículo de Mister Morcillo y cambiarnos de ropa. Coger las mochilas y en esta ocasión lo que nos quedaba por afrontar después de la competición hecha, sería completar la distancia desde la localidad del Algar, hasta Cartagena.  16 Km. para dar sentido a lo propuesto. Y que mejor manera que para estirar un poco las piernas.

También he de decir que el ritmo impuesto hasta llegar a Cartagena no fue el de competición. Fue como yo siempre denomino de (descanso activo). En todo momento manteniendo una conversación, que esta íntegramente giraba a la competición que momentos antes habíamos disfrutado. Así poco a poco, chino chano fuimos recorriendo tremendos senderos y caminos.

Casi llegando a la localidad de Alumbre nos tuvimos que poner los frontales porque la noche ya se hacía presente y de lo que se trataba por el camino que íbamos era llegar íntegros a casa. No había excusas y lo que teníamos claro que nuestra meta estaba en Cartagena.

VIDEO DE LA COMPETICIÓN:



Y así fue, Después de pasadas 2 horas y con 24 Km. en el lomo, llegamos a tierra santa. Orgullosísimo de haber compartido tremenda ruta junto a mi compañero Ángel, y en el recuerdo llevando a otros. Como en este caso a mi hermano Mister Morcillo. Él en este caso el regreso no pudo llevarlo a cabo junto a nosotros, por necesidades del servicio y tener que hacer frente a una nueva jornada laboral y de noche. Se que se quedo rabiando, pero como yo le dije. No te preocupes hermano, que como estas vendrán más y mucho mejores.

Antes de dar por finalizada esta crónica quiero (como siempre) hacer especial mención a una persona. Quiero nombrar a uno de los grandes. Para mí, (siempre lo diré y llevaré conmigo en cada especifico y competición que lleve a cabo), mi maestro de ceremonias ANDRÉS MOLINER LOPEZ.

A él en parte, y a todo el grupo que hizo frente a la competición del MONT BLANC. Isidro, Tony, Antonio Ibarra, Inma Tomba, Esther Sánchez y la gran Teresa Nimes. Desde estas líneas un fuerte abrazo. Seguir así porque para mí indudablemente sois punto de referencia en mi camino y más cuando hablamos de correr por la montaña. Felicidades por tremenda gesta.

Sin nada más que decir, (y espero que pronto), con mucho que contar de otras competiciones que lleve a cabo, me despido deseando que sigáis siendo tremendamente felices mientras corréis.

En la competición de la Sagra (sino pasa nada) nos veremos. Un fuerte abrazo y gracias por vuestro apoyo incondicional.