jueves, 31 de enero de 2013

Semana de escándalo y volumen kilométrico




De nuevo estamos en las andadas. En un nuevo camino el cual os hará partícipes de nuevos entrenamientos y específicos llevados a cabo durante estos último días.

De primeras comentaros, que he decidido dejar un poco más de tiempo la crónica del reto de ESPERANZA PARA DAVID, porque considero que merecía la pena que si tuviera en consideración y no callera en el olvido pronto.

Para nosotros, y en especial para el grupo de la BDM X-TREM, fue una experiencia que perdurará de por vida en nuestros corazones y damos tremendas gracias por ello.

Por lo demás, deciros, que la semana pasada en relación a los entrenamientos y específicos que llevemos a cabo fueron tremendos.

Fue una semana de volumen, comenzando el Martes con un etapón de 42 kilómetros de asfalto, los cuales hicieron que retomáramos conciencia de la competición que el próximo mes de abril vamos a llevar a cabo que concretamente será el 20, con la nueva edición de la IV entrega del RUTA DE LAS FORTALEZAS.


La "cerillica", decir que en este específico se unió al grupo a partir del km 20, hasta completar el específico. A ella en esta ocasión le salieron 22 km de entrenamiento. Sin palabras la progresión que está llevando a cabo. Me siento orgullosísimo de ella por el poder de sacrifico y tesón que imprime a diario y forma de vida para poder llevar a cabo los entrenamientos. FELICIDADES NENA.

Como os decía, en los preámbulos y un día antes (concretamente el Lunes), ya acordábamos Mister Morcillo, Bruña y un servidor hacer frente en su totalidad al recorrido completo de la citada competición. Serían 50 km.

Como relojes suizos, a las 08:00 en punto nos encontrábamos en parrilla de salida para dar comienzo a dicho entrenamiento.

Las sensaciones llevadas a cabo durante el mismo y junto a mis grandes compañeros, fueron buenísimas. Ascendiendo y descendiendo por montañas y laderas de nuestra preciosa Cartagena. Con un día he de decir de espanto.

Como ya nos tiene acostumbrado nuestro señor. Sol buenísimo y un poquito de brisa, que hacía que en cada cima no te relajaras y la bajaras rápida.

Así, poco a poco, dimos sentido casi en su totalidad a dicho recorrido. Y cuando digo, dimos casi en su totalidad, es porque al final el último tramo. En este caso los últimos diez kilómetros no los llevemos a cabo. ¿El motivo?, muy coherente y gracias a mi Morcillo.



Estando ya descendiendo la penúltima cima de la competición y en este caso os hablo del temido monte de las Atalayas, mi queridísimo Morcillo me dijo;  hermano, tu esta tarde no tienes una clase de ciclo indoor?, le dije que sí. A lo que a mi afirmación añadió. No crees (vamos a mí parecer), que sería mejor hacer estos 42 km primeros que llevamos, y descansar para que tu esta tarde puedas hacer frente a la sesión sin ningún tipo de problemas ni sobre cargas.

La verdad (y ya me tiene acostumbrado y cuantas gracias doy por ello), una vez más Mister Morcillo acertaba de pleno. Fuerzas teníamos para seguir y terminarlo (modestamente), sin ningún tipo de problema.

Pero lo mejor era no arriesgar y después de haber coronado el Monte Calvario, el Monte de San Julián, el Castillo de la Concepción, la Batería de Fajardo, el Monte de Galeras y el Monte de las Atalayas, lo mejor después de casi 4 horas y media de ruta y 42 km en las patas, era hacer una parada en el camino y por la tarde presentarse con las fuerzas de nuevo intactas.



Así fue, y he de decir que acertemos de pleno. Porque la ejecución de la sesión de ciclo indoor fue tremenda junto al grupo. Pero debo decir, que en el momento de la vuelta a la calma. En la parte que tocaba ya estirar los músculos para dar por finalizada la misma, me entraron los calambres de la muerte en gemelos y cuádriceps, circunstancia que hizo que me bajara de inmediato de la bicicleta y asegurara en posicionamiento para no engarrotarme.
De esta manera el martes pasado dimos por finalizado un pedazo de día de entrenamiento.

ENLACE DE RUTA: http://connect.garmin.com/activity/264853307

El próximo día y por cómo nos vino la semana para poder realizar un nuevo entrenamiento fue el siguiente sábado.

En este caso lo íbamos a llevarlo a cabo tres componentes íntegramente de la BDM X-TREM como éramos Mister Morcillo (el incombustible, porque no se cansa el cabrón éste), mi hermanico y apreciado Pedro Cayuela y el que suscribe de nuevo.



La ruta en este caso, si el entrenamiento anterior fue casi íntegramente y en más de un 90 por ciento de asfalto, en este caso este nuevo específico lo íbamos a llevar a cabo íntegramente por montaña.

La salida programada de nuevo desde nuestro campamento base para coger dirección altiplano del monte de la Muela, previamente pasando por el archi conocido Camino de las Carihuelas.

Ya casi en todo lo alto del citado altiplano, tuvimos una parada obligada en la fuente de la Muela (nuestro abrevadero querido). Allí, repostado  de líquidos y a punto de entrar en la primera hora de entrenamiento nos dejábamos caer ladera abajo hasta llegar a la antigua casa de la Guardia Civil junto a la pequeña cala de Boletes.

Esa bajada, he de decir que es tremenda. Y en el día de autos se acrecentaba ese delirio porque era la primera vez  que la llevaba a cabo nuestro Cayuela.
A él le hacíamos partícipes de tremenda ruta la cual nuestro hermano ANDRÉS MOLINER, nos hacía entrega semanas antes de marchar hacia los Estados Unidos.

De hecho, dicha ruta la he bautizado como la del MUFLÓN X-TREM. Porque fue el gran Muflón quién nos la mostro. Y he de decir, llegado este momento, que cuando nos acordamos de él.



Prosiguiendo en ruta y partiendo desde la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de Boletes, cogimos dirección hacia Cala Aguilar,

Tremenda senda. Tremendo paraje, y maravilloso el entorno que nos íbamos encontrando a nuestro paso mientras íbamos corriendo.

Una vez en la citada cala, tocaba el correspondiente piscolabis de rigor. Bocata de Nutela al canto y gominolas con algún que otro higo seco que nos daba nuestro gran compañero Pedro Cayuela.

Desde ese lugar maravilloso ascendimos hasta llegar a todo lo alto de la Casa del Comandante. En ese justo momento nuestro Cayuela se separo del grupo para coger él dirección por el camino Inca, para llegar de nuevo hasta la Muela y de ahí hasta donde teníamos estacionados los vehículos.

Nosotros, disponíamos de más tiempo. Por ello, desde la casa del Comandante y adentrándonos por los amarillos, llegábamos hasta la misma Cala del Portús.
Este tramo del que os hablo (Los amarillos), he de deciros que es súper técnico y a la vez peligrosísimo. En él, extremamos especial cuidado en los grandes descensos que te ibas encontrando, ya que una caída en ese paraje, conllevaría grandes problemas.



Por ello, Mister Morcillo a su ritmo y yo al mío, lo fuimos solventando con paradas técnicas para fotografiar el momento.

Pasados 50 minutos (casi una hora te lleva cruzar ese tramo), llegábamos a la playa del portús, con las fuerzas mermadas. Y más que con las fuerzas mermadas, (en mi caso), con los depósitos de líquido bajo mínimo.

Menos mal que en el subconsciente teníamos divisado ya la fuente que nos íbamos a encontrar a nuestro paso una vez estuviéramos dentro del camping del portús, para tomar dirección hacia el puntal del moco por su playa.
Momentico. Y deciros que nos salvo de pleno. No os digo nada como nos vino ese refrigerio. Nos repuso las fuerzas al momento.

Llegados hasta ahí, deciros que estaba mermado y bastante jodido. Yo soy una persona, que como en ruta me falte líquido, lo paso muy mal. Bastante mal. Y en más de una ocasión mi Morcillo con su súper mega mochila me ha salvado.
A veces pienso si lo que lleva en las espaldas en un aljibe. Muchacho, ya puedes correr kilómetros y kilómetros y pedirle agua. Que siempre lleva. Es increíble y que agradecido estoy por ello. 

Es un puto dromedario. Se fracciona el líquido por tramos y en ningún momento entra en síntomas de deshidratación. Ja ja ja.



Una vez repuestos y ya en ruta, nos dirigimos a afrontar la última cima. En este caso la del Puntal del Moco.

En este nuevo tramo si tendríamos que llevar cuidado por el viento reinante en la zona.

Cresteando por su vertiente más alta, tuvimos momentos de tener que pararnos y sujetarnos porque el viento nos tiraba al suelo.

En fin, como se pudo se solventó y se consiguió llegar a lo más alto. No sin que en el momento lo inmortalizáramos con la foto de rigor para el recuerdo.
Ya desde ahí, cogimos dirección por el GR-9, hasta llegar al Mirador del Roldan. Y una vez en su altiplano, nos dejábamos caer hasta llegar a donde teníamos los vehículos estacionados, llevándonos una grata sorpresa momentos antes de dar por finalizado el entrenamiento al encontrarnos al gran MAESTRO IBARRA.



Él compartió junto a nosotros escasos metros de recorrido, ya que nosotros poníamos punto y final a nuestro específico pero él seguía en ruta. Pero aún así, para nosotros ese momento fue especial. Coincidir con semejante bestia y punto de referencia para nosotros, a la vez que lo ves desarrollando ruta en carrera, es un auténtico placer. Desde estas líneas a mi querido ANTONIO IBARRA le mando un fuerte abrazo.

Así de esta manera poníamos punto y final al específico en cuestión. Saliéndonos un recorrido total de casi 30 kilómetros y aproximándonos de nuevo a las 4 horas y media de ruta.

ENLACE DE RUTA: http://connect.garmin.com/activity/266118294

Y por último para dar por finalizada la semana de entrenamiento, y dar sentido a toda esta magia deciros que el  domingo tuvimos una nueva salida conjunta y de las buenas.

Semanas atrás anunciábamos vía Facebook, una salida programada, preparatoria para competir en breve la cuarta entrega de la Ruta de las Fortalezas de nuestra Cartagena.



La intención y es lo que se llevo a cabo, era recorrer los primeros 21 km de dicha competición.

En tiempo y lugar, nos dimos cita en el parking de los Techos Bajos del Barrio de Pescadores de Santa Lucía de Cartagena, casi 130 corredores. 130 soñadores los cuales en breve íbamos a dar sentido de nuevo a un nuevo específico y en este caso con muy buena compañía.

También decir, que gracias a todos los corredores y corredoras que nos dimos cita en el lugar, se pudo recaudar comida para una vez finalizado el evento entregarla en un estamento benéfico y de esta manera ayudar a los más necesitados.



Como os cuento. Mágico y especial fue lo que se vivió, sintió y disfruto durante todo el recorrido.

El primer objetivo a batir nada más salir de la referida zona, era encumbrar nuestro precioso Monte del Calvario.

Todos al unísono lo hicimos y que satisfacción más grande, en la explanada de dicha zona, ver a toda esta gente celebrándolo.



Para no enfriarnos, momentos después (no sin antes, pasar por la ermita donde se encuentra nuestra Virgen del Calvario para darle las gracias), nos dejábamos caer por el asfalto, hasta llegar de nuevo a inmediaciones del barrio de lo Campano de Cartagena.

En dicha ascensión ha dicho Monte del Calvario, decir que la gente se mentalizo y cada uno a su ritmo consiguió su principal objetivo. Que no era otra cosa que llegar a lo más alto.

Una vez allí arriba y recuperados del primer esfuerzo, tocaba descender por su vertiente más fácil, ya que la de ascenso era la más escarpada y exigente, y al llegar al Barrio de lo Campano, por un camino adjunto a la carretera principal, nos encaminábamos dirección hacia nuestro segundo objetivo y montaña a coronar.


En este caso, estábamos hablando del temido y respetado Monte de San Julián.
El ascenso por la parte que se hace no tiene dificultad ninguna, pero la exigencia en dicho tramo y la verticalidad a la cual nos enfrentamos en su casi 3 km de recorrido, debo decir una vez más, que si “no amarras el pony”, lo pagas. Vaya si lo pagas. Ja ja ja

Bueno, pues poco a poco, disfrutando del día y el momento en cada zancada junto al grupo y a veces en cabeza y otra en cola de pelotón, íbamos preguntando las sensaciones que se llevaban a cabo a todos los corredores.

Todos al completo coincidían en lo mismo. Bien, perfecto, de maravilla, disfrutando, y así un sinfín de adjetivos los cuales te hacían presagiar que se estaba consiguiendo lo que desde un principio era nuestra intención, que la gente disfrutara de lo lindo sin pedirle nada a cambio.



Nada más que su presencia y la energía tan buena que nos transmiten.

Esas es nuestra principal fuente de energía. Nuestra mayor fuente de motivación, el observar las caras de los corredores, mientras corren a nuestro lado.

Eso y las caras de agradecimiento por hacerles partícipes de toda esta gran magia, que como siempre les digo, no sería posible si no fuera por ellos.
Así, de esta manera encumbrábamos la segunda cima y con las fuerzas aún intactas.



Esperando a que llegaran los últimos del grupo hasta el altiplano del Monte de San Julián donde el resto del grupo los esperábamos, nos dejábamos caer en esta ocasión por la parte de atrás del referido monte de San Julián, para determinar y observar todo nuestro litoral en su máximo esplendor y belleza.
Este tramo de este primer específico era el más técnico.

 No peligroso, pero si, un tramo el cual te hacía agudizar en zancada y sentido, para poner cada paso en el lugar correspondiente para que la ostia no fuera de escándalo.

No tuvimos que lamentar ninguna lesión y caída. Eso es lo que más me gusta de todo. Que todos somos consecuentes y en la montaña la locura no existe.
Existe la determinación de hacer las cosas como son debidas. Bien hechas, y si llegado el caso (como ocurrió, alguien del grupo necesita ayuda, ahí estamos para ayudarlos.


JOSÉ FORTEZA

Saltando ya de la zona peligrosa a un camino que derivaría hasta llegar a un lugar paradisiaco de nuestro litoral cartagenero como es Cala Cortina, nos dejábamos embargar por tanta belleza.

La hilera de corredores. El zigzag de colorido que presenciaban mis ojos era tremendo, eso sumado a nuestro Mar Mediterráneo, hacia que me encomendara a nuestro señor Jesucristo y diera gracias por tremendo momento.

Ya en Cala Cortina, lo que nos tocaba afrontar era la última parte de lo programado. Saltando al asfalto, y poniendo especial cuidado para no ser atropellado por los vehículos que transitaban por la vía, nos encaminábamos de nuevo al corazón de nuestra Cartagena.



Dirección hacia donde de un inicio habíamos dejado estacionados los vehículos, una vez llegábamos a dicha zona, tocaba encumbrar el último Castillo. En este caso, el de los Patos.

Chino, chano y sin prisa, por esa pista de atletismo imaginaria que te marca en la zona de la Universidad de Cartagena, ascendimos hasta llegar a la curva misma del Restaurante Los Habaneros.

De ahí, dirección y pasando por el monumento que hace honor a la Patrulla Águila (tremendo avión colocado en las inmediaciones de la Universidad de Cartagena), determinábamos ese último ascenso hasta llegar a lo más alto del Castillo de la Concepción.



Arriba del todo y con tremendo grupo, nos agrupábamos para felicitarnos por lo conseguido hasta ese momento, y después de diversas fotografías para inmortalizar el momento, nos adentrábamos en los últimos kilómetros de este maravilloso evento.

Para dar sentido en su totalidad a lo programado y dicho en días atrás, lo que tocaba por último, era adentrarse por el interior del Teatro Romano de Cartagena y salir a la cuesta de la Baronesa, para desde allí y pasando por la Plaza del Ayuntamiento de Cartagena, introducirnos por su paseo Alfonso XII y llegar (ahora sí para dar por finalizado), hasta donde teníamos los vehículos estacionados.

Perfecto. Maravilloso el momento de dar por finalizado dicho recorrido. Las caras de satisfacción. Los abrazos allí presentes a todos los que habíamos compartido esas casi tres horas de recorrido.



Gracias, de verdad. Gracias por hacernos tan feliz en cada uno de estos maravillosos eventos.

Gracias sobre todo, porque la satisfacción que pude tener una vez finalizábamos el recorrido y trasladándonos (el que suscribe y Miguel Ángel, patrocinador oficial de la BDM X-TREM como FONTANERIA MARTINEZ),  a esa pequeña iglesia de una de las barriadas de nuestra Cartagena (Barrio Peral), y concretamente a esa parroquia denominada “La SAGRADA FAMILIA”. Deciros que cuando allí presentes, a los del lugar les hacíamos entrega de toda la comida que habíamos recaudado. La cara de satisfacción por lo conseguido era plena.

Muestras de agradecimiento. Gratitud, amor y entrega por parte de la gente que allí nos recibió, fue lo que nos llevábamos en nuestros corazones. Circunstancia la cual derivo, que momentos después y por lo conseguido, componentes de la BDM X-TREM programaran para en breve un 2º Específico.



Por lo demás ya está todo dicho. Y por todo lo escrito y disfrutado mientras he estado confeccionando esta crónica deciros una vez más, que os doy las GRACIAS.

Para finalizar, querría hacer una pequeña mención a tres personas las cuales, una estando presente en el referido evento (pero por estar lesionado), y no poder disfrutarlo junto al grupo. Estuvo en un segundo plano y en este caso inmortalizando el momento con su cámara.

En este caso me refiero a mi querido PRIMAKO del alma. Sé que en estos momentos lo está pasando mal por no verse al cien por cien y disfrutar juntos de todo esto.



Pero desde estas líneas le digo que no se preocupe, que tenga paciencia que pronto estará en la lucha y disfrutando de lo lindo de nuevo. Por ello desde aquí primo decirte que te llevo conmigo y que te quiero. Gracias por ese vídeo que te has curraó y que la gente ha sabido apreciar para tenerlo de recuerdo.

Otra persona de la cual no me puedo olvidar y que es parte fundamental en este sueño, es nuestro hermano JAVIER MARTINEZ MATEO (cámara oficial de la BDM X-TREM). Él en este caso por circunstancias personales no pudo hacer frente a este evento. No pudo estar presente, pero en cada tramo y kilómetro hecho, su corazón siempre fue con el de nosotros. Te echamos de menos cabrón, no sabes cuantas nenas nos dijeron dónde está ese “peasoooooo” de fotógrafo.

Y por último, nombrar al más grande, (en este caso para mí y con todos mis respetos hacia el venerable), me estoy refiriendo a mi amigo del alma ANDRÉS MOLINER y su familia.



Ellos, y en especial Andrés, en cada específico, entrenamiento, evento o competición que se lleve a cabo, están presentes y de qué manera.
Por encontrarse fuera de España trabajando, no pudo disfrutar de este entrenamiento. Pero me consta que nos sigue, y es por ello por lo que le hago partícipe de que sepa que lo estamos esperando con los brazos abiertos.
Andrés, mi hermano, todo esto es gracias a ti y lo sabes. Todo lo que siento. Todo lo que disfruto en la montaña te lo debo a ti indiscutiblemente. 

Tú has sido el culpable que nos hayamos liado la manta a la cabeza, y esto sea ya para nosotros (y en especial para mí y mi familia), una forma de vida. Os queremos y mucho. Un beso a Flory y Tahoe. Cuídate ok.



No quiero despedirme de esta crónica sin nombrar también a mi MAESTRO JUANDE, el cual también es partícipe y culpable de que todo esto que se está llevando a cabo suceda, y a otro compañero de órdago como es JOSE FORTEZA.

Gracias a Juande por la magia que siempre infunde  al grupo con su grata presencia y José Forteza por su pedazo de reportaje fotográfico que nos dejo, todo este evento cobró un especial sentido. GRACIAS A LOS DOS, MAESTROSSSSSSSSSSS.

(José, al final me he acordado y te he quitado la “S”. ja ja ja.

ENLACE DE RUTA:   http://connect.garmin.com/activity/266417572 



ENLACE DE VIDEO:

 


Y ya está. Por desgracia por ahora no tengo nada más que contaros. Espero que con este material que os dejo, tengáis unos días para entreteneros y disfrutar con lo contado.


Bijainnnnnnn de buenas sensaciones siempre una vez se finaliza cualquier específico o entrenamiento acompañado de una buena rubia. 

domingo, 20 de enero de 2013

Corriendo por Esperanza para David



Antes de dar comienzo a esta crónica, deciros que me ha sido imposible el teneros informaros sobre los entrenamientos que hemos llevado a cabo durante toda esta semana pasada.

El motivo ha sido laboralmente. Me ha sido imposible salir a correr desde el pasado Martes, y es por ello que no me he podido documentar para que pudieras disfrutar de nuevo de un gran específico.

Pero como siempre. Los buenos espartanos tenemos guardado en nuestra recámara una bala. Y en este caso de las buenas. Por ello, en líneas más abajo os voy a dejar íntegramente con la crónica del gran RETO que llevamos a cabo.

Os hablo para situaros, de la gran hazaña que se llevo a cabo los pasados días 22 y 23 de Diciembre del año pasado. La BDM X-TREM FM de nuevo y por nuestro David, se ponía en marcha para cubrir la distancia desde Cartagena a Caravaca de la Cruz (Murcia) corriendo (160 km), por una causa solidaria.



Sin más, os cuento:



Antes de dar inicio a toda esta magia de nuevo, deciros que fue genial, maravilloso e impresionante lo que junto a mi grupo pude sentir, vivir y disfrutar durante todo este RETO que llevamos a cabo de nuevo por nuestro DAVID.

Os situo. Tiempo pasado, Mister Morcillo y el que suscribe, una vez terminamos el reto Cartagena – Elche (más la media maratón de dicha localidad 121km), lo tuvimos claro. No lo dudamos en ningún momento.

Viendo las sensaciones tenidas durante el transcurso del mismo, había que repetirlo, pero en este caso incrementando más aún los kilómetros.

Y a fecha de hoy, así ha sido. Gracias a la constancia. Al tesón. AL esfuerzo de todo un grupo patrocinado por FONTANERIA MARTINEZ, y dedicado a las carreras de ultra fondo, llamado BDM X-TREM FM.



Ese nuevo reto ha sido posible, en este caso uniendo las localidades de Cartagena y Caravaca de la Cruz por el camino de nuestro Santo, Santiago Apóstol.

Esta vez, el reto como os decía en líneas arriba iba a ser cubrir dicha distancia (160 km (, corriendo.



El día señalado para tal referido reto (por las fechas tan entrañables y para dar por finalizado el año), fueron los pasados días 22 y 23 de Diciembre.

A las 8:00 en punto del día 22, y como se había planeado nos dábamos cita todo el equipo al completo en la Iglesia de Santa Lucía para dar inicio a un nuevo sueño.

Dicha ruta la íbamos a realizar corriendo en su totalidad siete corredores. (Mister Morcillo, Uris, Ángel Mayor, José Ramón Garrido, El maestro Juande, Súper Cayuela y nuestro PEPELU (José Luís).



Por otra parte se sumaban al reto y en este caso para realizarlo en bicicleta y al lado nuestro para darnos protección en tramos donde la visibilidad se carecía de ella. El primako, Carrión, Manuel Funes, nuestro Rambo Funes acompañado de su amada Amparo, Pedro, David Martínez y Jorge Conesa.

Ellos, junto a nosotros, formábamos el equipo al completo el cual iba hacer frente a dicha locura kilométrica por los caminos y sendas de nuestra Murcia del alma.



Aparte, el equipo de la BDM X-TREM, contaba también con dos vehículos de apoyo logístico, el cual durante todo el trayecto y en diferentes puntos acordados nos esperarían y nos abastecerían de comida solida y bebida isotónica.

Ellos son, Carlos, Anuca y Javier Martínez. Éste último aparte, dejaría constancia del referido evento, mediante fotografías e imágenes grabadas en las cámaras que portaba para tal efecto.



Como os decía, a las 08:00 en punto, partíamos desde la Iglesia de Santa Lucía de Cartagena todo el grupo, hacia el puerto de pescadores de Santa Lucía, para hacernos la última foto de partida y junto a la imagen allí situada de nuestro Santo, Santiago Apóstol.

Compañeros, amigos y familiares se aproximaban al lugar para darnos el último aliento para hacer frente a lo que teníamos por delante.



Con las pilas cargadas. Motivadísimos, dábamos inicio a todo un sinfín de sensaciones, que estaba seguro que una vez finalizado el mismo, nuestras vidas iban a cambiar para siempre.

Antes de dar inicio al recorrido, la sorpresa fue tremenda, porque al grupo se unían con la intención de realizar una parte del recorrido nuestro  SUPER LUCAS y un compañero suyo.



Fue una sorpresa grata y a la vez inesperada, porque la noche antes nos anunciaba Lucas que no iba a poder asistir al reto.

Pero como el querer es poder, de donde pudo saco tiempo y la intención tanto de él como de su acompañante, fue de acompañarnos durante un primer tramo hasta llegar a la localidad de los Martínez del Puerto. (Aproximadamente 30 km de ruta).


Fue toda una experiencia para mí durante ese trayecto tenerlo a nuestro lado. Lucas es un punto de referencia para el grupo y mi primako.

Es una persona que hace apenas un año corría, y como él nos decía de voz y boca. Yo antes de conoceros era como Romario en sus mejores momentos. No corría más de 10 metros seguidos y siempre dentro del área.



Y ahora, se veía compartiendo junto al grupo, de una distancia para él impensable de 30 km. Esa es la magia del deporte. Esa es la magia del grupo. Que juntos, todo lo que nos proponemos se cumple.

Pues como os decía, puestos en ruta, partíamos por las calles de mi querida Cartagena para coger dirección hacia la barriada de las Dolores.



Esos inicios. Esos comienzos de ruta, siempre son igual. Incertidumbre de cómo nos saldrá todo. Si seremos capaces de conseguirlo. Si nos respetaran las lesiones para una vez acabe el mismo poder seguir con nuestras competiciones de montaña.

En fin, un cúmulo de pensamientos que te hacen durante un buen rato sopesar si a lo que vas hacer frente, merece la pena.



Y vaya si merece la pena. Tremendamente porque lo que se viví, siente y disfruta en un evento de estas características, nadie que no lo haya vivido en primera persona sabe lo que se siente.

Llegado a la altura de la media sala, nuestra sorpresa ( y al paso por un semáforo que tenía a varios vehículos parados fue), que uno de ellos gritara en voz alta y clara, “Vamosssssssssssss muchachos, que ayer os vi en la tela y sé qué vais a conseguirlo”.



Ufffff, que momento. Cayuela y yo nos mirábamos y sin mediar palabra sabíamos lo que pensábamos.

Días atrás habíamos estado en una televisión local de Cartagena para poner en conocimiento dicho evento, y veíamos que la gente había visto la entrevista que nos hicieron, y al reconocernos se emocionaban y nos animaban a que consiguiéramos nuestro sueño.



Ese fue otro gran punto de motivación extra, el cual en diferentes momentos del camino aflorarían en mi mente para seguir dándome fuerzas y no desfallecer en el intento.

Pasado los Dolores, llegábamos a  un camino el cual nos desviaría de la carretera general para adentrarnos en el campo de Cartagena por sus caminos, trazas y trasvases, y nos llevaría hasta la localidad del Jimenado.



Ya en dicho cruce de la referida localidad, divisábamos lo que era el lugar donde íbamos a asentar al grupo, para tener nuestra primera parada técnica e ingerir alimentos tanto sólidos como líquidos para seguir afrontando el camino de las mejores maneras.

Dicho lugar, era LOS MARTINEZ DEL PUERTO. Sorpresa la que nos llevábamos el grupo al completo cuando llegados a dicho término municipal, nos llevábamos otra grata sorpresa. Justo en el camino y por detrás del grupo, oíamos unos pitidos de un vehículo el cual al percatarnos de quién eran, nos alegro mucho por sus ánimos.



Eran Raúl y Rubén. Parte integrante del grupo también, pero que no pudieron asistir a realizar el reto por circunstancias personales.

Ellos en este caso nos acompañaron hasta un  restaurante denominado “EL RINCÓN”, y allí nos encontrábamos una mesa preparada íntegramente para nosotros con los mejores manjares de la tierra para reponer fuerzas.



Todo esto inesperado y preparado por nuestra bella dama Amparo y nuestro Rambo, ya que no sabíamos que ella era de dicha localidad y allí estaba su padre para prepararnos referido festín.

Os lo podéis imaginar. Cerveza a tuti pley (pero en este caso controlando que lo que teníamos por delante era mucho todavía). De comida, al recordarlo se me hace de nuevo la boca agua.  



Plataco de Jamón y queso. Ensaladilla Rusa. Platos de queso fresco con latón con limón y pimienta. Y lo mejor de todo esto, que una vez ser termino todo, el asiático de rigor en una pedazo de copa que nos quito el cansancio de cuajo.

Puestos de nuevo en ruta. Aquí en este punto en concreto y con unas sensaciones buenísimas, dejábamos a nuestros compañeros Lucas y su colega.



Ellos habían cumplido y con creces su objetivo. Cubrir esa primera etapa. Habían sido previsores y habían dejado un vehículo en la localidad, para cogerlo y en este caso volver hasta Cartagena y dar por finalizado su reto.

Ya a partir de su ausencia, nada sería lo mismo. Para nosotros, el grupo es importantísimo. Necesario el que nos veamos todos y disfrutemos de lo vivido, Pero estaba claro que iba a ser una auténtica locura forzarlos y decirles que siguieran acompañándonos para que en este caso lo único que su pudieran encontrar, fuera una lesión inesperada.


De esta manera continuábamos, y en esta ocasión con las pilas bien cargadas. Cogíamos dirección hacia nuestro segundo punto asignado de parada.

Como os decía en líneas arriba, el punto de la primera parada fue concretado en el km 30. En este caso el segundo sería en el Km 60.


Si nuestros cálculos no nos fallaban, sería justo al llegar al Santuario de la Fuensanta en Murcia).

Ese tramo indiscutiblemente para todo el grupo fue el mejor. También decir que el más duro en lo que concierne técnicamente.

Llegábamos a la gasolinera del Puerto de la Cadena, y repuestos en líquidos, nos adentrábamos por un paraje que para mí y todo el grupo fue precioso.



Delante nuestra teníamos el momento más exigente de toda la ruta concerniente al desnivel al cual en breve íbamos hacer frente.

Nos íbamos adentrar por todo el Valle y las imágenes que nos iban a ofrecer dicho paraje iban a ser tremendas.



Paso a paso. Sintiendo cada metro en nuestras piernas, os adentrábamos por esos inconmesurables bosques.

Preciosos. Vistas de Murcia alucinantes y bajadas de ensueño. Todo eso era lo que hacía que le grupo se mirara y fueran al unísono partícipe de todo ello.
Qué locura. Que gusto el poder disfrutar de todo esto junto a los míos, me decía yo mismo. Y encima de todo por una buena causa.



Pasado toda la zona conocida como el Valle, saltábamos de nuevo al asfalto y un cartel nos anunciaba que nuestra próxima meta ya la teníamos delante.

A escasos tres kilómetros, el Santuario de nuestra Fuensanta. La llegada a dicho lugar fue especial. Fue muy emotiva de ver que todos pensábamos los mismo.



Estábamos poco a poco restando kilómetros y ya casi rompíamos la barrera de los 60. Yo ahí, psicológicamente ya lo afrontaba pensando que ya lo que nos quedaban eran 100 km.

Pero más que 100 km, pensaba que ya habíamos roto el parcial de los tres dígitos y volvíamos a los de dos.



Es importantísimo que uno mismo ante distancias tan largas, se estructuren y planeen bien el recorrido.

El que suscribe desde que salía de Cartagena iba por tramos. No pensando en la cantidad total de kilómetros a realizar, no.



Si nada más salir piensas que delante de ti tienes que hacer frente a 160 km, justo en la Plaza España de Cartagena me hubiera dado la vuelta.

Lo estructuras por tramos. Los Metz del Puerto. De ahí, pensar que lo próximo será La Fuensanta, y así poco a poco y adentrándote de lleno en toda la ruta.



Pues en este caso como os decía, habíamos superado la segunda parada técnica, y decir que con muy buenas sensaciones.

En este tramo en concreto se sumaba que la parada técnica iba a ser para comer también. Imaginarse el festín de nuevo que nos pegábamos.



Cada uno sacaba de su chistera sus mejores alimentos para compartirlos junto al grupo. Uno arroz. Otros pasta. Otros pastel de chocolate etc..

Una auténtica locura culinaria. La cual y sumado al café solo que nos tomábamos en la cafetería allí existente, hacia que los depósitos corporales se llenaran de las mejores fuentes de energías existentes en el lugar, y nos pusiéramos de nuevo en ruta para afrontar otro nuevo tramo.



De ahí, nos tocaba dirigirnos hacia la Capital. Murcia nos esperaba esplendorosa y preciosa ante las fechas navideñas que se aproximaban.

Una vez ya por sus calles, he de decir que comencé a tener molestias en la zona de mis ingles. Sin darme cuenta y por un fallo garrafal, me empezaba a escoriar y era porque encima de las mallas me había colocado unos calzoncillos.



De ese tramo hasta el final del reto, para mí, todo iba a ser diferente. Ya la herida estaba hecha, y por mucho que me quitara los calzoncillos (como hice y me pusiera vaselina), las molestias y escozores perduraron hasta el final del trayecto.

Lo sufrí, durante los 100 últimos kilómetros que me quedaban para superar el RETO. Como podía, iba afrontando partes y tramo del mismo, pero como una consigna clara, (y ahí me venía a la cabeza mi gran amigo y hermano ANDRÉS MOLINER), yo iré jodido, iré mal y momentos más que mal, pero lo que tengo claro, es que esto lo terminamos.



De esta manera, como os decía nos adentrábamos en la ciudad de Murcia hasta llegar a su puente donde una majestuosa virgen nos daba la bienvenida.

Foto de rigor junto a ella y en el referido puente junto al grupo, y por la parte de su rio y carril bici, nos adentrábamos para completar 10 km más y llegar hasta la localidad de Jabalí Viejo.



En esta parte de la ruta, tengo que hacer mención a una persona la cual desde las 16:00 horas ( y lesionado, ya que estaba con muletas), nos estaba esperando justo antes de dar comienzo el tramo del carril bici que discurre junto al rio.

Él se llama ANTONIO MARTINEZ PEDREÑO. No lo conocía en persona, pero por sus muestras de afecto y cariño, para nosotros ya es del grupo. Nos esperaba con una mochila con bebidas para refrescarnos y por si necesitábamos algo.

Desde aquí, ANTONIO. Mil gracias por tu gesto.



Continuando en ruta, en esta parte he de decir que ya se nos echaba encima la noche. Observábamos como nuestro horizonte se apagaba poco a poco (con unas vistas preciosas), y nos adentrábamos en una nueva madrugada, la cual una vez más iba a ser especial por todo lo que nos quedaba por disfrutar.

El tramo del rio (10 km) fue precioso. Tuvimos hasta el placer de poder compartirlo junto a otros senderistas y corredores que por allí hacían acto de presencia.



Como os digo, especial el momento. Ya llegados a Jabalí Viejo, retomábamos fuerzas y continuábamos dirección hacia los extrarradios de Molina de Segura.
El paso por las afueras de la fábrica de la HERO, para mí, fue especial. Me hizo recordar tiempos lejanos y cuando estaba en el colegio, ya que un día nos llevaron de excursión y me vinieron todos esos recuerdos. Qué bueno.

Todo ese tramo lo hicimos sin parar y con buenas sensaciones. El grupo al completo y después de casi 80 km en el lomo, iba íntegro. Sin problemas y queja alguna.



Motivadísimos y disfrutando de todo lo que se caminaba y nos íbamos encontrando seguíamos con nuestros comentarios y bromas junto al grupo.

Hasta en ese tramo nos llevábamos una sorpresa al observar como de frente venía una persona la cual se parecía a nuestro JAVIER MARTINEZ (cámara de la Brigada). 



Coñó si se parecía. Que era él. Chachoooooooooooooooo?????? Le decíamos, y tu de donde sales con tremenda máquina. Ja ja ja. Risas y más risas a nuestro paso.

Nos acompañó durante unos km, para llegar a la localidad de Alguazas, y desde allí, y desde su furgoneta y 4X4 de Carlos y Anuca, reponer de nuevo fuerzas para afrontar el último tramo y que creeríamos que nos llevaría hasta la localidad de MULA.



Delante nuestra aún teníamos aproximadamente unos 30 km más que recorrer.
Abrigándonos más de lo que íbamos para afrontar el nuevo tramo, nos dirigimos hacia unos caminos (que la verdad para mí se hicieron eternos), los cuales se transitaban nada más que en línea recta y sin un final establecido.
Era la vía verde. La antigua línea de ferrocarril, la cual discurría entre las localidades de Murcia y Caravaca.

Como os decía, caminos rectos hasta hartarte de caminar. Menos mal que era de noche, y la percepción de la distancia la perdíamos, nada más que centrándonos en el haz de luz que mostraba nuestro foco.



Ya con la noche encima y pasadas las 00:00 de la madrugada, el grupo viendo que no nos daba tiempo llegar a la localidad de Mula (donde teníamos un hotel reservado para cenar y reponer fuerzas), determinábamos y llegado a la localidad de Campos del Rio, cenar y asegurar una buena ingestión de alimentos, no pudiera ser que llegado el caso y al hotel referido, allí fuera muy tarde y la cocina ya no estuviera abierta.

Sabia elección y menos mal que lo hicimos. Porque a localidad de Mula llegábamos a las 03:30 de la madrugada.



Bueno, pues afincados en Campos del Rio en un local que se denominaba “BULEVAR”, dábamos rienda suelta a nuestro apetito.

Os podios imaginar cuando hacíamos acto de presencia en el referido local, los lugareños que allí dentro se encontraban.



Nosotros equipados con nuestros mejores ropajes de batalla, y ellos de fiesta, se nos quedaban mirando como diciendo “DE DONDE HA SALIDO TO LA TROPA ESTA”.

Pues como os decía. La ingesta fue tremenda. Cervezass, Olivas, platacos de patatas fritas de bolsa, hamburguesa del 15 que nada más al primer bocado ya te quitaba todo los males, hacían que el momento fuera especial.



Risas, risas y más risas es lo que durante casi una hora que estuvimos cenando, nos acompañara en tremenda mesa.

Eso y el momento de nuestro Maestro Juande (apenas sin voz por el frio del momento), lo cual hacía pensar a la camarera del local, que junto al grupo nos acompañaba un hombre mudo.



Ya que no hablaba durante toda la noche y se dirigía hacia nosotros con señas, el momento clave fue cuando la camarera se dirigió hacia él, y mirándolo a la cara y con una seña (como si de nuestro saludo bijain se tratara), le decía si le echaba coñac en el colacaó que se había pedido. Uffffffffffffffff, que momento. Tendrías que haber visto la cara de Juande. No paraba de reírse. Qué bueno maestro.

Bueno pues terminado tremendo festín, la sorpresa fue ver como llegaba al local y en un vehículo nuestro compañero Daniel Campos junto a una amiga llamada Ana Belén.



Se quedaron flipados de nuestras caras. Y más que llegaban justo cuando retomábamos el camino.

Yo ese momento tengo que decir, que fue criminal. No os digo ná, lo que me costó restablecer el sistema operativo de mis músculos una hora después de estar sentado y acomodado.



Ese fue uno de los fallos que se tuvo. Pero como pudimos lo solventamos.

Fíjate si lo solventamos que antes de salir me tome un chupito de orujo. Uffffffffff, que frio. Qué momento de querer comenzar a andar y notar como tu cuerpo en su totalidad se negaba.



De tripas corazón y de rabia que tenía por conseguir mi sueño, me puse andar. Sin pensar en nada más que en entrar en calor y más adelante situarme de nuevo sobre el terreno.

Así fue (y cuanto me costó), pero pasados 5 km , la maquinaria ya volvía a sus niveles y me hacía de nuevo sentirme a gusto mientras corría.



De esta manera, nos dirigimos hacia la localidad de Albudeite. Allí, entre sus calles, tuvimos la oportunidad de poder correr junto a un deportista al cual y al salirnos a nuestro paso lo bautizamos como “AL ESPONTANEO”.

Ehhh???? El colega con pantalón vaquero y chaquetón. No problema nos decía.  Pa mí, al verlo me dije. Ostiasssssssss que nos hemos topaó y en Murcia con otro SUPER PACO.



Pero no, SUPER PACO nada más que hay uno. Y este pasado unos dos kilómetros se separaba del grupo.

Os puedo asegurar, que estando donde estábamos y sabiendo lo ruda que es la gente de esos parajes, llegue a pensar que tendría cojones a acompañarnos hasta lo alto de la Basílica de Caravaca de la Cruz. Pero menos mal, que a lo mejor lo pillamos recién cenado (que a saber lo que llevaba ese en su buche), y sopesándolo nos dijo que lo dejaba para otro día. Ja ja ja.


Pasada dicha localidad, ya, a lo lejos divisábamos el Castillo de Mula.

Ahí, en esos momentos no dábamos crédito a lo que estábamos consiguiendo. Llevábamos casi 19 horas de ruta y en breve podríamos (durante unas tres) horas estirar las piernas.



Pues así fue, y como lo agradecimos. Bueno, agradecimos y con un pequeño susto.

La sorpresa nuestra fue que llegados al hotel, y conforme se distribuían las habitaciones, nos dimos cuenta que el hotel no nos reservo una habitación más triple.



El que suscribe ya en la cama, y al paso por lo pasillo escuchando a Morcillo como decía, “SEÑORES NOS VEMOS EN CARAVACA QUE NO TENEMOS HABITACIONES”, me hizo dar un salto de la cama y dirigirme hacia él, y decirle, hermano, acuéstate aquí conmigo y con Jorge, que tú estás mu loco y si dices de continuar, tendremos que acompañarte.

Menos mal que íbamos reventaos, porque como caí en la cama ni me moví. Mi Morcillico en medio y Jorge Conesa al otro extremo, cuando de nuevo sonaba el despertador (pasadas 2 horas y media desde cuando llegábamos), nos despertábamos y nos reincorporábamos en el trayecto.

En esta parte. Este último tramo del camino. Mula – Caravaca. Nos separaban 50 km solamente. 50 km los cuales llegados a la altura a la que nos encontrábamos no nos podían parar para conseguir lo que desde el día anterior veníamos soñando.



En pié, y con una sorpresa añadida, al reincorporarse al grupo el GRAN PEDRO LA JAIMA. Las sensaciones se volvían a retomar de nuevo.

PEDRO LA JAIMA, por problemas personales no nos pudo acompañar desde el inicio del reto. Y lo hacía desde ese lugar para completar a nuestro lado ese último tramo. 

Para mí su presencia siempre es especial. La de él, y la de su compañero MARTÍN, el cual tampoco pudo asistir a disfrutar de un tramo del trayecto por un mal entendido. En este caso culpa mía. Lo siento Martín.



Levantados, equipados y con ganas de comenzar de nuevo a caminar y posteriormente correr, nos dábamos cita en los extrarradios del hotel todo el grupo.

Viendo que estábamos todos, no poníamos en funcionamiento de nuevo. En este caso, con una consigna clara, parar en la localidad de EL NIÑO DE MULA, y en su primera venta, entrar y desayunar como es debido para afrontar los últimos kilómetros.



Como os los digo. Pedazo de desayuno que nos jincamos. Tostadacas de tomate y aceite y un buen tazón de café con leche, nos quitaba de nuevo todos los males que hasta ese momento teníamos presente.

Fuera ya en la calle, las caras eran otras. Sabíamos que delante nuestra (de las cuatro maratones a las cuales le íbamos hacer frente), nada más que nos quedaba la última.



42 km por la vía verde nos separaba de nuestra meta. Podré correr en un futuro maratones, pero como esa, sé que no va a ser ni por asomo.

Lo que nos encontremos desde ese paraje hasta la finalización del reto fueron unas vistas y unos caminos preciosos.



Esa parte junto con la del Valle antes de llegar a la Fuensanta, sin duda, la mejor (para mí) del camino realizado.

A eso se acompaño, que hasta la llegada a Caravaca, por la referida vía verde, nos encontrábamos con ciclistas, corredores y senderistas, que a nuestro paso y hacerles partícipe de nuestro reto, se sumaban a compartir a nuestro lado algunos kilómetros sin dudarlo.



Que camino más bonito ese último tramo. Eso y el día que nos salió hizo que cobrara un sentido especial.

Debo decir que desde nuestra salida de Cartagena hasta la llegada a Caravaca, un sol implacable siempre estuvo presente entre nosotros.



Un sol, el cual supo paliar nuestro cansancio y frio de las mejores maneras. Arropándonos como él solo sabe hacerlo a nuestro paso por esos caminos.

Nunca tuvimos ápice de calor. Al contrario, momentos que nos permitió hasta quitarnos la camiseta técnica y caminar y correr con tirantes. Gracias SANTIAGO por protegernos como nos protegisteis. Sin duda alguna, sentí tu presencia durante todo el camino. Mejor que tu, no supo nadie guiarnos y protegernos mientras caminábamos.



Pasada la localidad de El niño de Mula, nuestro siguiente destino y última parada en el camino técnica antes de llegar a Caravaca fue en la localidad de Bullas.

Allí, justo antes de entrar en su ciudad (carismática y preciosa por todos los ángulos por la que la mires), nos dábamos el último festín.  Ingeríamos la última vez alimentos y bebidas para asegurar nuestra llegada a Caravaca de la Cruz sobre las tres de la tarde.



Música, risas, comentarios y fotos, es lo que nos llevamos de ese tramo. Eso y saber que delante nuestra solamente nos quedaba que llegar a Cenhegí y desde allí hasta lo más alto de los cielos.

Arrancados en ruta de nuevo bordeábamos por completo la localidad de Bullas. Por los kilómetros llevados hasta ese momento, he de decir, que se no hizo un poco pesado.



Pero pasado lo pasado y escribiendo sobre estas líneas, si sucedió así, doy tremendamente las gracias, porque desde todas sus perspectivas pudimos observar COPÓN DE BULLAS.

Cuantas veces había escuchado esa famosa frase. Cuantas veces me había preguntado porque de ello. Y ante mí, tenía la respuestas. “ME CAGO EN EL COPÓN DE BULLAS”. Pues ante dicha frase, lo único que puedo afirmar es, que ya tienes que tener huevos para hacerlo.



Precioso he de decir. Y de ello las imágenes hablan por sí solas.

Ya desde ahí y saludando a nuestro paso algún que otro agricultor de la zona, cogíamos dirección hacia Cenhegí.



Ese momento para mí y Mister Morcillo fue especial. Semanas atrás competíamos en dicha localidad en una carrera de 40 km, y nos hacía revivir el momento.

Pasábamos justo por delante de la estación de ferrocarril (hoy en día es un albergue), en la cual nos hicieron entrega de los dorsales y desde donde se inicio y termino la prueba.



Ahí en esos momentos, sabíamos que ya teníamos cerca nuestra Caravaca. A penas 5 km y lo habíamos conseguido.

Adentrados en la localidad de Cehegín y saliendo ya de ella, la sorpresa fue divisar a lo lejos la Basílica de la Vera Cruz de Caravaca.


Ya lo veíamos. Ya lo teníamos delante y un era un sueño. Lo habíamos conseguido.

Porque os puedo asegurar que los males llevados hasta ese momento, eran muchos, pero viendo lo visto, ya todo desaparecería, para dar entrada a lo que si no te ves inmerso en ello, nunca sabrás de lo que te hablo.



Ahí, en esos momentos por tu cabeza comienza a formatearse el disco duro, y todo lo malo vivido hasta el momento desaparece.

Desaparece por completo, y da entrada a todo un mundo de sensaciones que no hay dinero para pagarlo.



Satisfacción, es el adjetivo el cual describo para ese momento. Satisfacción personal de conseguir todo aquello que desde un inicio nos habíamos propuesto y que en breve se iba a dar por concluido.


Satisfacción de haberlo compartido todo junto a un grupo el cual desde hace tiempo (sin género de duda alguna), considero como familia.

Satisfacción de saber que en lo más alto del torreón de la Basílica nos esperaría nuestro David junto a sus padres.

Satisfacción de cuando pasara todo poder volver a ver a mi familia y decirles que juntos de nuevo todo lo habíamos conseguido.



Lo que os digo, SATISFACCIÓN por lo hecho.

Pues así, todo el grupo agrupado, entrábamos en la localidad de Caravaca de la Cruz, la cual nos daba su bienvenida con más de 20 grados centígrados en uno de sus termómetros de entrada.



Qué momento, pasados (calculo yo 3000 arboles), porque nada más que me dio tiempo a contar los dos primeros y calcular que después vendrían unos tres mil más, llegábamos a lo que quería ver desde que comenzó toda esta andadura.

El cartel de bienvenidos a Caravaca de la Cruz. Os lo podéis imaginar el grupo al completo sin quedar de acuerdo cual fue. Correr todos hacia él, y hacernos la fotaka para la posteridad.



De ahí al final de tramo, ya fue coser y cantar. Ehhhhhh, que lo de cantar no es broma.

Comenzando el empedrado que daba ascensión directa hacia la Basílica, ya en lo más alto, se divisaba a la gente como vitoreaba nuestra llegada.



Ahí como si nos pincharan con las mejores energías del momento  (y hacía apenas km atrás), que no podíamos dar zancada alguna del cansancio acumulado. Nos poníamos a correr todo el grupo por completo. Y cantando llegábamos a lo más alto. Al lugar elegido donde solo los grandes consiguen coronarlo.

A los pies de la silla de ruedas de nuestro David, y él sentado,, nos agrupábamos toda la BDM X-TREM FM para felicitarlo. Para abrazarlo y besarlo y hacerle entrega de nuestra camiseta.



Regueros de lágrimas corrían por nuestras mejillas. Por las nuestras y la de los allí presentes.  En ese momento, el más valiente de todos los valientes (si es persona y por el interior de su corazón corre sangre), cae de rodillas muerto, ante los ojos de nuestro David sin duda.

Ese momento, ese justo instante en el cual frente a frente a nuestro David, y diciéndole lo que sentíamos por lo conseguido, y por tenerlo allí presente, (e inesperadamente y dicho por él), BIJAINNNNNNNNNNNNNNNNNNNN, no hay dinero ni nada que lo pueda pagar  este mundo.



Esa circunstancia y momento, mientras el mundo sea mundo y yo viva en él, siempre la llevaré conmigo. Muestra de lo que digo, las imágenes hablarán por si solas.

Abrazos, y más abrazos a todos los allí presentes. Familiares, amigos y padres de David. Para sin dudarlo en un solo instante, coger todos juntos la silla de David y empujarlo hasta lo más alto.



A lo más alto lo llevamos, al lugar que le corresponde, ante la explanada y justa entrada a la Basílica de la Vera Cruz de Caravaca.

Lástima que por la hora, estuviera cerrada. Pero ante nuestros ojos, nuestro Dios, nos arropaba. Y nos hacía vivir otro momento de ensueño.

VIDEO DEL EVENTO:




Fotos de rigor. Felicitaciones oportunas hacían que todo poco a poco llegara a su final. No sin antes, cambiarnos de ropa y asearnos un poco, para festejarlo en un bar de la localidad donde comeríamos todos juntos y reviviríamos de nuevo todo el tramo.


Dar las gracias a nuestro David y su familia, por esa santa paciencia en todos estos eventos que en su honor hemos llevado a cabo. Os prometemos más y mejores. Un fuerte abrazo y un Bijainnnnnnnnn muy fuerte para nuestro David-