lunes, 16 de julio de 2012

EL Veleta ya se divisa a lo lejos




El dia de hoy amanece impresionante. Hoy las sensaciones que tengo son buenísimas para hacer frente al específico que tenemos pensado realizar


Los que nos hemos dado cita para dar sentido a todo esto han sido mi buen amigo y compañero Mister Morcillo y un servidor.



Una vez más en nuestro campamento base a las 07:30 en punto dábamos comienzo al específico. Sin nada claro pero con el tiempo predeterminado para entrenar, entrelazábamos la jornada y circuito que íbamos a realizar.

Sin pensárnoslo mucho comenzábamos a correr dirección hacia el zig zag. De inicio tengo que decir que Morcillo me sorprendía por la exigencia del inicio del específico.



Os recuerdo para todos aquellos que conocéis la zona, que nada más comenzar ya nos introducíamos por una subida vertiginosa de casi 5 km. Quiero decir que una vez estábamos en todo lo alto del Castillo del Roldan, apenas habían pasado 40 minutos y estábamos completamente empapados en sudor.

Como os decía anteriormente, allá arriba la temperatura era perfecta para llevar a cabo dicha exigencia requerida. Cielo encapotado. Sin sol, y en todo lo alto una pequeña brisa que se agradecía tremendamente.



El planteamiento una vez más en todo lo alto y viendo las sensaciones que llevábamos estaba claro. Dejarse caer por la senda de Mister Morcillo para una vez estar en el camino principal de la senda del Oso, coger dirección hacia Cala Fatares y llegar hasta su playa.

Tremenda bajada. Impresionante la técnica empleada para hacer frente a lo que nos encontrábamos. Con todos nuestros sentidos a flor de piel, comenzaba un sin fin de sensaciones que te hacían disfrutar de lo lindo.



Esa primera vertiente de bajada, en su último tramo debo decir que se tenía que llevar especial cuidado por su verticalidad y problemática sobre el terreno.

Una vez encauzada la pista general de la senda del Oso, la siguiente bajada que nos esperaba era más aún (si cabe decirlo), espectacular.



Disfrutando como os decía íbamos camino hacia Cala Fatares. Una vez abajo del todo y en su playa, estaba claro que no íbamos a volver por donde habíamos bajado. Teníamos que seguir acumulando desnivel y de lo que se trataba era de subir de nuevo a todo lo alto del Castillo del Roldan pero en este caso primero por la Cresta del Pupa y posteriormente por la parte posterior (y pista principal por donde suben los vehículos), hasta el altiplano del Castillo del Roldan.

Tremendo el momento que hemos disfrutado ascendiendo por la cresta del pupa y observando lo que íbamos dejando detrás nuestra.



Imágenes preciosas. Una playa bellísima. Tengo que decir que nos quedamos con las ganas de bañarnos, pero no nos daba tiempo y de lo que se trataba era de continuar con lo planificado.

Arriba, en el cruce que te da opción para coger dirección hacia la batería de las Parajolas, nosotros torcíamos hacia el Castillo del Roldan.



Dejábamos atrás zonas preciosas. Litoral impresionante el de nuestro Mar Mediterráneo. Divisábamos a la vez con nuestros ojos lo que habíamos ascendido desde Fatares y veíamos todavía a lo que teníamos que hacer frente.

Con mucha cabeza y no dejándonos llevar por las emociones del momento, comenzábamos a ascender hasta llegar a lo alto del Castillo del Roldan. En dicha ascensión a nuestro dábamos caza a un ciclista que momentos atrás lo habíamos visto tres curvas por delante nuestra.



El colega cuando nos vio aparecer de la nada y con tremendo ritmo de subida, se nos quedo mirando y con un "hola máquinas" nos despedimos siguiendo con nuestro ritmo hasta llegar a todo lo alto.

Una vez más delante del punto geodésico del Castillo del Roldan, de lo que se trataba en ese momento era de meter al específico un tramo de máxima exigencia. En este caso de bajada. Y lo íbamos hacer bajando la cresta principal y más técnica que tiene el Castillo del Roldan para llegar a sus inmediaciones.

Aquí en este tramo tengo que afirmar que Mister Morcillo me hizo ver que era humano. Que también tiene sustos y que no es un extraterrestre de otro planeta.



Todo esto lo digo porque en medio de dicho descenso estuvo a punto de despeñarse. Si, si, se lo que estáis pensando, "Mister Morcillo saliéndose de pista?", pues así es y las imágenes que grabamos dan fe de lo que digo.

Menudo susto y risas después de lo ocurrido que nos metimos. Mi compañero debo decir también que hasta ahora nunca se había caído o había tenido atisbo de caerse. Pero debo decir que si en este tramo en el cual bajábamos se llega a caer se mata. Este he visto que si se cae se cae. Con una vez que lo haga tiene suficiente. Diosssssssssss que risas compartimos por lo vivido.



En fin, después de ese pequeño susto, llegábamos hasta el Mirador del Roldan. Por las sensaciones tenidas hasta ese momento, nuestro cuerpo nos pedía más ruta. Más kilómetros de disfrute. Pues así determinábamos continuar por el GR-92 y llegar hasta el camino de las Carihuelas.

Todo ese tramo fue precioso también. Ese es un tramo en el cual nosotros disfrutamos mucho porque lo conocemos muy bien. Con tremendas subidas, bajadas y llaneos técnicos llegábamos hasta el cruce donde te da opción a subir a todo lo alto del Puntal del Moco, o dejarte caer por una bajada buenísima hasta llegar al camino principal de las carihuelas.



Ya en el camino principal de las carihuelas hicimos un cambio que iba a determinar una exigencia extra para dar por concluido a nuestro entrenamiento.

En este caso la dirección que cogimos no fue subir ya por ese camino principal hacia nuestro campamento base. Nos fuimos dirección rambla del portús, y en una de sus vertientes nos introducimos por un camino que nos hizo ascender por unas laderas las cuales divisábamos desde ellas el camino principal de las carihuelas, que nos hacían quemar nuestros cuádriceps.


De tremendo compañero que nos encontramos al terminar el específico os tengo que hablar. Él se llama Paco y para mí especialmente es otro de los grandes. Buscando hueco cuando puede aprovechar hasta el último minuto del día para sacar tiempo y entrenar donde pueda.


Nosotros acabábamos de terminar nuestro entrenamiento y él después de estar toda la noche trabajando se calzaba las zapatillas y realizaba su específico del día. Para que después digan que no se puede. Já, me rio compañeros. Este máquina en concreto siempre trabaja de noche y entrena como el que más. Solo que ha habituado su cuerpo a entrenar a deshoras y con ganas y motivación no hay nada que se le resista.


Cuanto me motiva el verlo a diario en nuestro campameto base dando inicio a sus entrenamientos. Tremendo nuestro compañero Paco. Desde estas líneas mandarle un tremendo abrazo y en algún momento, él lo sabe compartiremos algún específico juntos.






Continuando con el específico, digo que ese tramo es buenísimo para dar sentido y ver que estas en forma. Después de todo lo acumulado hasta ese momento comenzar a subir y bajar sin parar por tremendas pistas hace que veas que todo esto que haces es precioso. Aunque sea duro o muy duro en alguno de sus tramos, ya ves que todo esto forma parte de tu vida y que te es necesario.

Sudando, padeciendo, cayados y teniendo únicamente en el momento como banda sonora a nuestra respiración, llegábamos hasta un punto determinado que nos hacía encauzar de nuevo por otra de sus vertientes el camino de las carihuelas, para desde allí ya en este caso, llegar hasta nuestro campamento base y dar por concluido el entrenamiento de hoy.





En total y viendo nuestro GPS una vez finalizamos el entrenamiento, vimos que lo realizado fueron 19 km en  un tiempo de ejecución de 2h,50 minutos.

RUTA DE ENTRENAMIENTO GPS:  http://connect.garmin.com/activity/196497347


Hoy debo decir que el entrenamiento que hemos llevado a cabo ha sido tremendo. Buenísimo y a la vez muy exigente. Nos hemos juntado 5 corredores y de los buenos. Debo decir que hoy hemos contado con una nueva incorporación al grupo de un nuevo corredor. En este caso se trata de Ángel Mayor. Impresionante el nivel físico de este compañero. Fuertísimo he de decir. Ya lo conocíamos de competiciones pasadas y gracias a las nuevas tecnologías (en este caso facebook) nos pusimos en contacto y concretamos realizar este específico juntos.




Los demás, ya los conocéis. Mister Morcillo (cada vez más estratega que nunca). Andrés Moliner (necesario para mí en cada uno de los específicos que llevamos a cabo, y Daniel Campos (otro que todo esto sin su presencia no sería lo mismo), y más hoy por donde se ha desarrollado el específico.

La tarde noche antes del entrenamiento ya nos poníamos en contacto vía telefónica para concretar y llevar a cabo el entrenamiento de hoy en cuestión (aunque yo he de decir que lo tenía claro).

Faltaba antes de determinarlo ponerme en contacto con Andrés y comentarle las pretensiones de entrenamiento a realizar y  la zona que en este caso se había elegido para llevarlo a cabo. Sabía y de sobra, que le iba a gustar y mucho, y no iba a poner ningún tipo de problemas al respecto (nunca los pone y hoy menos todavía.




La ruta se determinaba por los parajes de nuestro Campamento Base 3 (Cabo de Palos). Una ruta de 4 horas saliera los kilómetros que salieran. Lo que se trataba en el día de hoy era de acumular y sumar volumen para hacer frente en breve al temido y a la vez querido "Veleta".

Hora de salida, 07:30. Equipados y con bebida a doquier emprendíamos la marcha dirección cala reona y desde allí hacia el parque natural de Cal Blanque. 

Toda esa primera ascensión he de decir que ha sido bastante cómoda hasta llegar a un punto en concreto donde he tenido un pequeño susto. En uno de los lances y en este caso bajando por una vereda, no he pisado bien y me he torcido el tobillo.




Nada que asustarse. He notado unas pequeñas molestias de inicio. Me he asegurado la zapatilla de nuevo y he podido continuar sin perjudicar mucho al grupo.

De ahí, hemos seguido corriendo y ya introducidos de pleno en medio de Cal Blanque las sensaciones de nuevo iban a ser malas. Por un tramo en concreto de dicha zona, de repente he notado como un fuerte pinchazo al lado de la ingle que enseguida ha empezado a escocerme.

De inmediato me he dado cuenta que algo me había picado. Creo que ha sido una avispa o similar. Porque el quemazón y picor que sentía era el peculiar de este tipo de picaduras.




Menos mal que tenía cerca a mí ,A-Morcillo que con una pronta cura casera (lo que nosotros llamamos localmente como remedio de la abuela, con barro y agua), me ha curado y hemos continuado con la ruta.

De ahí, sin molestias ya apenas hemos sido testigos de unas vistas preciosas. Unos acantilados que nos llevaban en sentido contrario al cual lo hacíamos días atrás hacia la cala de las Mulas.

En su tramo de poder descender hasta ella, nosotros hemos continuado dirección Campo de Golf de la Manga del Mar menor.




Todo ese recorrido he de decir que ha sido bastante duro. Ahí comenzaba la verdadera batalla del recorrido de hoy. Cada uno, con sus sensaciones ha cogido el ritmo que ha considerado oportuno y ha hecho frente a tremenda exigencia.

Arriba del camino de bajada a la cala del Campo de golf, hemos parado un momento para ingerir golosinas y una barrita energética para meterle algo de gasolina (y de la buena ) al cuerpo. He de decir que me lo he notado y mucho.

Desde ahí, por una vertiente de máxima verticalidad hemos subido a todo lo alto de las colinas del Campo de golf. A lo lejos ya se divisaba nuestro objetivo. Sería la batería de las cenizas. Poco a poco y con mucho cuidado por la exigencia del terreno hemos subido y bajado y volviendo a subir y bajar , nos hemos introducido por unos parajes de vértigo.




Unas casas con unas vistas hacia el mar, que a más de uno nos hacían pensar lo privilegiada que es a veces mucha gente. No es que la envidie. Pero sí digo, que tiene que ser un auténtico lujo vivir en una de ellas y poder contemplar a diario lo que nuestra madre naturaleza nos ofrece y en este caso en primer persona. Las imágenes hablarán por si solas ya que las hemos grabado.

de ahí en adelante. Y en algunos tramos por lo duro que eran agrupando al grupo. Hemos llegado a la pista general de subida a la batería de las cenizas. En este caso viendo del tiempo que disponíamos hemos decretado por unanimidad no ascender hasta lo más alto, y dejarnos caer por una vertiente que en el día de hoy íbamos a conocerla por primera vez.

Ha sido preciosa. Maravillosa y me ha encantado. Nada técnica y muy rápida. Ahí he de decir que las piernas ya comenzaban a dar sus primeros síntomas de cansancio.




A partir de ese tramo he tenido que comenzar (sabiendo lo que aún nos quedaba) amarrar el pony. El motivo. Una vez terminara el específico tendría que afrontar por la tarde y en este caso a las 18:30 horas una nueva sesión de ciclo indoor junto a mi grupo. Y como comprenderéis no podía llegar a la clase reventado.

Junto con Dani, hemos llegado hasta la fuente de los belones. Allí hemos repostado los bidones y los hemos vuelto a llenar de agua. Ese tramo hasta llegar allí ha sido muy bueno junto al grupo.

Tengo que decir que tenemos unos auténticos estrategas con nosotros, los cuales cuando menos te lo esperas te cruzan un bancal para acortar en el trayecto y adelantarte a tu paso una vez sigues tu por el camino principal.




Ahí he de decir que el maestro de maestros es Mister Morcillo, y en el día de hoy, hemos observado que le ha salido un pupilo llamado Daniel Campos. Que cucos y listos son estos dos pedazos de compañeros.

Cuantas risas y comentarios del momento me llevo conmigo. Es lo bueno de compartir todas estas rutas  y experiencias junto a ellos. Es buenísimo y lo mejor de todo lo bien que lo pasamos mientras corremos.

Ya en la fuente de los belones  y una vez recargadas las pilas (con un correspondiente bocata de nutela + golosinas y galletitas de chocolate), hemos dado comienzo al último tramo de la ruta de hoy.


Ese tramo del que os hablo, para mí y el resto del grupo el más duro. Bueno, mejor dicho, durísimo. La temperatura del lugar ya radiaban casi los 35ºc. Impresionante. Llevaba bebido hasta ese momento 5 botes de líquido.

Aún para llegar a nuestro destino nos quedaba ascender toda la colina del campo de golf, llegar casi al poblado de las Cobaticas y desde allí dirigirnos por el interior de nuevo del parque natural de Cal Blanque hasta llegar a la cala conocida como Reona.

Como os decía, ese tramo ha sido muy duro. El calor sofocante. Poco a poco en unos tramos andando y en otros corriendo, Daniel y yo íbamos adelantando el camino divisando siempre a lo lejos a estos pedazo de corredores que en el día de hoy se habían dado cita y que más que nunca los encontrábamos fuertísimos.




Como hemos podido hemos solventado todo el tramo. Lo mejor de todo y es lo que nos ha hecho funcionar durante todo ese trayecto ha sido el pensar que una vez llegáramos a Cala Reona el baño que nos íbamos a pegar iba a ser tremendo.

Y así ha sido. Me hubiera gustado que hubierais visto las caras de los que se encontraban en la playa tomando el sol cuando hemos llegado todos equipados y desquitándonos de todo lo que nos pesaba nos introducíamos en el interior de nuestro Mar Mediterráneo.

Qué momento. También decir, que he de agradecer a un amigo mío que se encontraba en el puesto de socorrista en la playa, el detalle que ha tenido con nosotros, al dejarnos meter todas las mochilas en el interior del puesto de vigilancia en el cual se encontraba y en este caso poder bañarnos tranquilamente y disfrutar del momento. Merecidísimo por cierto.



El baño ha sido tremendo. El momento de infarto, pero lo mejor estaba aún por llegar. Cuando hemos terminado de bañarnos nos hemos ido a casa de Daniel Campos y allí nos esperaban como agua de Mayo, unas cervecitas, agua y coca colas bien frías, acompañadas de una olivas de padrón buenísimas y una inmensa y agradecida bolsa de patatas fritas.



Es lo que me gusta de las rutas. El sentarnos tranquilamente y comentar lo recorrido. En fin, que  una vez más he sido tremendamente feliz junto a ellos, y es por lo que en el día de hoy doy gracias.


En dicho enlace veréis la ruta al completo. 31 km en 4 horas. Tremendo. Lo que hemos sacado en claro de este entrenamiento es, que para la próxima vez que salgamos a entrenar saldremos a las 06:00 de la mañana.




Comenzando un nuevo día y en este caso un nuevo entrenamiento. Nos dábamos cita en nuestro campamento base Mister Morcillo y un servidor para hacer un recorrido exigente. De los buenos y denominado como el de los "Tres descensos".

De lo que se trataba era de acumular un entrenamiento exigente. Con unas vertientes introducidas en el, bastantes exigentes para ver la respuesta de nuestro cuerpo ante tal exigencia.


Comenzábamos desde nuestro campamento base cogiendo dirección por su camino principal hasta llegar al altiplano de las Carihuelas. Desde allí cogeríamos dirección hacia el Monte de la Muela. En este caso la ascensión la íbamos hacer por su parte más exigente y radical.

Cara Oeste. Dábamos comienzo su ascensión chino chano y no dejándonos llevar por las emociones. Momentos que los encauzábamos a píe y otros corriendo. Sabíamos que delante nuestra todavía teníamos un camino largo de recorrer y en este caso bastante duro.




Poco a poco íbamos ascendiendo hasta llegar a un tramo el cual a lo lejos se divisaba una pendiente muy pronunciada que a día de hoy Mister Morcillo y yo no habíamos hecho. 

Como ya nos conocéis, mirándonos a la cara no lo dudemos en un instante. Nos encaminamos a ella y abríamos una nueva vertiente de ruta para entrenamientos venideros.




Solventando sus exigentes subidas, y llaneando en los tramos que nos dejaba para poder recuperarnos del esfuerzo, llegábamos al alto de la muela. Allí arriba estaba todo opaco. No se veía apenas por la niebla existente en el lugar. Menos mal que el recorrido lo conocíamos y no temíamos porque nos pasara algo.

Eso sí, poco a poco y con mucho cuidado llegamos hasta el cruce el cual en el día de hoy abriría una nueva bajada hasta llegar a Boletes desde lo alto de la Muela.




Fue una bajada de 27 minutos bordeando todo el litoral hasta llegar a Cala Aguilar. Ese tramo del cual os hablo, fue precioso e impresionante. En total sumado todo, fueron 45 minutos de auténtica locura y disfrute. Con unas vistas que ya nos tienen acostumbrados pero que no nos cansamos de observar, llegábamos a Cala Aguilar.

Allí abajo y con un pequeño susto por mi parte (para variar), comenzábamos la tremenda y exigente ascensión hasta llegar a todo lo alto del Monte de la Muela otra vez.




Se trataba de estar en cota 0 y llegar a 500 m de desnivel en un corto periodo de recorrido. Ese tramo lo dividimos en dos partes. El primero lo hicimos íntegramente hasta llegar al altiplano de la casa del comandante y el segundo desde allí cogiendo el camino conocido como "El hinca" hasta llegar a todo lo alto del Monte de la Muela.

Ese segundo tramo lo hicimos en su totalidad andando, (no quiere decir que fuéramos relajados, pero si con un paso enérgico), asegurando porque arriba lo que nos tocaba afrontar era una bajada muy exigente y que nos conduciría hasta la playa del Portús.

Antes de comenzar dicha bajada desde el Monte de la Muela tocaba reponer fuerzas. Y llegado ese punto y una vez más agradecida, lo hacíamos en nuestro Abrevadero. El que siempre nos ha salvado de morir en el intento y que una vez más aplacaba nuestra sed. Esa pedazo de Fuente de la Muela la cual una vez más era como encontrar un pequeño oasis en ese inmenso desierto.


Del lugar de inicio del entrenamiento nos separaba apenas una hora. Recargamos pilas. Bebimos y comimos y nos pusimos de nuevo en funcionamiento. 

Sin parar y del tirón toda esa bajada de la cual os hablo la hicimos con unas sensaciones buenísimas para la carga en km y desnivel que llevábamos hasta ese momento.




Abajo del todo, en la carretera que nos llevaría hacia la Playa del Portús, nosotros cogimos dirección hacia la Rambla para desde allí encauzar por una de sus vertientes e introducirnos de nuevo en el Camino de las Carihuelas.

Pero en el específico de hoy iba a ver una última sorpresa. Inesperada para Morcillo, y aquí tengo que decir que yo llevaba ventaja porque ya lo tenía pensado. Una vez más Morcillo me asombraba por el grado de concentración a lo inesperado y lo exigente de afrontar lo que se le diga.


Se trataba de subir por unos caminos que discurren por arriba de las escarihuelas y que nos llevarían de nuevo hasta el altiplano donde comienza el descenso de estas.

Pero estos caminos he de decir que son tremendos. Te parten las piernas y te hacen exigirte al máximo. Para hacerlo bien, lo único que le tuve que decir a Morcillo fue que las tres últimas vertientes que nos tocaban afrontar de apenas 100 metros pero muy inclinadas que dicha ascensión la hiciera corriendo y de una tramo a la siguiente trotara para recuperarse de tremendo esfuerzo. No valía pararse. Yo le llamo descanso activo.




Estaba seguro que lo iba a conseguir. Sin mediar palabra nos poníamos manos a la obra y de qué manera. Sentía sus pasos detrás mía y a pesar de saber que iba tremendamente jodido (porque yo lo iba) no me decía nada.

Fue cuando conseguido lo propuesto se dirigió hacia mí y me dijo "joder hermano, que parte final del entrenamiento". Ja ja ja. Qué bueno. Cada día me sorprende más este Morcillo. Ya se lo dije y estoy seguro con lo que me digo. Este año tendremos sorpresas con tremendo corredor en alguna que otra competición. 




Estoy seguro que va a dar la cara mejor que muchos. Después de el poco tiempo que lleva inmerso en este mundo, su respuesta al medio ha sido tremenda. Buenísima. Debo admitir que estoy sorprendido porque a estos niveles (y después de mi experiencia), son pocos los que consiguen aguantar el ritmo. Él lo ha hecho, y para mí sin duda es ya uno de los grandes. De los necesitados y de los que me gusta tener detrás, delante o donde haga falta. Pero necesito tenerlo a mí lado, en cada entrenamiento y competición que llevemos acabo.

 Ese es para mí Mister Morcillo, un corredor que día a día nos sorprende y de qué manera. Todos me lo dicen. Lleva cuidado que el alumno llegará un momento que superará al Maestro. Eso no me cabe la menor duda, y para mí eso será un alago. Ahí se verá que el trabajo llevado a cabo ha sido el correcto.



Para cuando llegue ese momento el que suscribe estará preparado, y lo celebrara junto a él como se merece, aunque él me diga que eso nunca va a ocurrir a no ser que me retire, se que llegará ese día que lo veré adelantarme y se me pondrán los pelos de punta. Veré al máquina que hemos hecho conseguir uno de sus sueños, que será subirse a lo más alto del cajón. Yo no sé si estaré a su lado (porque somos de diferentes categorías), pero estoy seguro que lo celebraremos por todo lo alto.




Después de esta pequeña introducción a lo que en un futuro se que va a pasar, continuamos con el especifico en cuestión y llegábamos hasta nuestro campamento base. Finalizado el entrenamiento veíamos que nuestro GPS marcaba 26 km en un tiempo de ejecución de otras 4 horas.



Bueno el entrenamiento de hoy tengo que decir que ha sido sublime. De órdago. Impresionante. De los que se con total seguridad que repetiremos por las sensaciones mantenidas en él.

Hoy hemos cambiado de paraje para hacer frente al específico y al mismo y desde donde hemos salido lo hemos bautizado como nuestro Campamento Base 4 (Sierra Espuña).




A las 06:45 horas quedábamos en la FEVE, Mister Morcillo, un servidor, Juande y un nuevo compañero que se agregaba al grupo llamado Alfonso. 

En Sierra Espuña nos esperaría para dar inicio al entrenamiento a partir de las 08:00 horas Miguel. Un ultra fondista buenísimo y del cual Juande ya nos ponía en antecedentes diciéndonos que había subido 13 veces el Veleta.




Como de lo que se trataba era preparar la subida al Veleta que en breve se va a llevar a cabo (concretamente el 5 de Agosto del presente año), que mejor manera que ponernos en buenas manos.

Esas manos, piernas y experiencia era la de Miguel. Estacionados los vehículos y equipados y un poquito de frio. Ya no me acordaba de la montaña. Ya no me situaba en esos comienzos que tuve en Puigcerdad (Gerona).



Con una simple camiseta sin mangas me presentaba allí más chulo que un ocho. La montaña amigos míos es implacable y las negligencias en ella se pagan. Salíamos de Cartagena con 26º y llegados al punto de partida había 18º.

Os lo podéis imaginar. Pero nada. Poco a poco dábamos inicio por una carretera de asfalto para llegar a todo lo alto del Morrón. Unas antenas que hay en todo lo alto de esta colina.




5 km eran los que nos separaban de dicho objetivo. La ascensión se produjo tranquila y asegurando. Con unas sensaciones rarísimas. Y quiero pensar que se trataba del mal de altura al no estar acostumbrados. 

Pequeños mareos se hacían patentes en mi cuerpo y la respiración en momentos se volvía pesada e insoportable. Pero tengo que decir que estas sensaciones las tuve nada más que al comienzo del entrenamiento.




Ya en lo alto del Morrón nos tocaba dejarnos caer (lo cual aproveche dicha bajada para hacer tres series un poquito más rápidas que el resto), y así romper a sudar y entrar en calor.

Dejándonos caer como os decía, llegamos a un tramo el cual el grupo se dividía. Mister Morcillo, un servidor y Miguel cogíamos una vertiente para introducirnos por el interior (y en este caso pistas forestales) de nuestra Sierra Espuña. 




Juande y Alfonso decidían continuar por el asfalto y completar un tramo que les haría hacer aproximadamente unos 7 km. Juande en el momento de separarnos nos comentaba que no se encontraba bien ya que presentaba unas molestias lumbares y prefería asegurar. Tremenda elección y sabio como siempre mi maestro Juande.

Nosotros desde el momento que nos introducimos en el interior de Sierra Espuña comenzó lo bueno. Unas vertientes y unas veredas preciosas, con una subida entre medias que nos hizo asegurar en el tramo y parar en todo lo alto para reponer fuerzas.




Qué momento y que vistas teníamos delante nuestra. Pedazo de pulmón que tenemos en nuestra querida Murcia, y la lástima es no saber aprovecharla más veces de lo que hacemos.

Poco a poco, siguiendo por senderos que te hacían disfrutar a tope, llegamos a un punto donde la sorpresa fue tremenda. A escasos metros nuestros una manada de irruís. Calculo que unos 8 más o menos. Ufff me sentía el hombre más feliz del mundo. Momentos antes también divisábamos lo que hacía mucho tiempo no veía y eran ardillas. Todo ello me hacía sentirme más unido a mi planeta. A mi tierra y especialmente a nuestro universo. Que energía. Que sensaciones. En fin, no se pueden describir con palabras y si con otra salida por tremendo paraje.




Debo decir que las pistas a las cuales hicimos frente no eran muy exigentes ni técnicas. En lo único que tenías que llevar cuidado era en no pisar alguna piña (porque nunca mejor dicho) el piñazo podía ser tremendo. 

Chacho no había visto piñas tan grandes. Algunas si las llegamos a pintar de naranja, parecían botellas de butano. Que disparate.




En fin, quedando poco para terminar el específico en cuestión según nos decía Miguel, nos introducíamos por una última pista forestal la cual nos haría de nuevo enlazarla con la carretera principal y a escasos metros llegar a donde teníamos estacionados los vehículos.



Allí, metros antes de llegar a los mismos, encontrábamos a Juande y Alfonso. Las risas, los comentarios y el momento para mí fuer de lo mejor que vive. Eso si se suma al pedazo de café con leche con tostadas de jamón serrano y aceite que nos metimos entre pecho y espaldas antes de irnos de la zona, daba realmente sentido a todo lo vivido. 






En total han sido realmente los km realizados en el entrenamiento de hoy 15, en un tiempo de 1h50. En el enlace han salido más km porque llegado el caso se me ha olvidado desconectar el Gamín.



PATROCINADORES OFICIALES:




COLABORACIONES:


Javier Martinez Mateo. Nuestro fotógrafo oficial. Pedazo de profesional






Antes de terminar como siempre agradeceros vuestra santa paciencia. Daros las gracias por todos los ánimos que nos dais. Y agradeceros que sigaís compartiendo todo este maravilloso mundo del Trail junto a nosotros.


No quiero olvidarme en estas líneas de una persona la cual llevamos en nuestro corazón desde el día que lo conocimos. El es David. La brigada de la Muerte X-Trem ya tiene en proyecto para el mes de Noviembre llevar a cabo el siguiente reto por él. Será recorrer el camino santo que transita entre las localidades de Cartagena y Caravaca de la Cruz. Para el mes de Noviembre si todo sale como lo esperado lo llevaremos a cabo. 


Serán 140 km de auténtica locura, aventura y diversión, por una sola causa, como siempre ayudar en lo posible a nuestro compañero de equipo DAVID.






Un fuerte abrazo y en breve nos vemos de nuevo.Os deseo que tengáis unos felices entrenamientos.




1 comentario:

  1. Menudas semanas os meteis y el penultimo video has pasado como decia Leño como... EL TRENNNNNNN. Un saludico.

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