He de decir que estas semanas no están siendo las propicias
para deciros que seguimos disfrutando de los entrenamientos y específicos que
llevamos a cabo.
En dos semanas, he salido una sola vez a correr, porque las
molestias que presenta una de mis rodillas no me deja sentir y disfrutar como
hasta ahora lo he hecho.
Es un dolor agudo y pronunciado en la parte exterior de la
rótula, que quiero entender que sea una pequeña sobrecarga.
También estoy pensando que puede ser debido a que he cambiado
de zapatillas, y probablemente, éstas no sean las adecuadas a mi pisada.
Sorpresa muy grata al encontrarnos en pleno entrenamiento con un compañero y espartano de los buenos. Sr.Modesto. Siempre un placer, coincidir y a nuestro paso saludarnos y hacernos tremenda foto junto a Daniel Campos para el recuerdo.
En fin, siguiendo con lo que os comentaba, tocaba seguir probando y descansar para ver si dábamosmos
con el kit de la cuestión de la referida lesión.
Mientras tanto, seguimos entrenando y quitándonos el
nervio con las sesiones de ciclo indoor.
Gracias a ellas, debo decir que todo este tiempo que no salgo
a la montaña, se me hace más ameno, ya que con ello consigo quitarme parte del
nervio.
En estos días los cuales a pesar de tus ganas locas por
querer salir a correr, y no poder, es cuando realmente te das cuenta lo que
tienes. De lo que dispones. Y tan sencillo como privarte de ello por unas
pequeñas molestias, te puedo decir que se te va la vida en ello.
Como os digo, estuve la semana pasada, íntegramente sin salir
a correr, porque quedé mermado en el último específico que llevamos en conjunto
y decidí, lo que hace tiempo hago. Escuchar a mi cuerpo y darle descanso.
Así lo hice, y después de 8 días sin hacer absolutamente nada
en lo concerniente a Trail por montaña, el martes pasado junto a mi gente volví
a salir para ver las sensaciones cuales eran.
De inicio y previo al específico no tenía molestias algunas.
Me encontraba de puta madre. Con ganas y dispuesto en su justa medida y sin
locuras algunas a afrontar el entrenamiento que habíamos pensado.
En esta ocasión nos acompañaban, Mister Morcillo, José Ángel Martínez,
un servidor, Roche el "Purificaó", y Daniel Campos (que también estaba mermado por un virus estomacal
lo que hizo que la competición del buitre no hiciera frente a ella, por estar
toda la noche y parte del día vomitando).
Por ello, lo que íbamos hacer iba a ser un específico de
acondicionamiento al cuerpo.
Muy tranquilos y consecuentes a lo que llevábamos entre
manos, ya que de lo que se trataba era de no lesionarse. Y si derivado del mismo,
las molestias persistían, parada obligatoria y para casa.
Como digo yo, hay más días que ventanas. Y por experiencia os
digo que ante una molestia ocasional e incidiendo en la misma zona la cual
previo al inicio del específico ya te dolía días anteriores. Amarra el pony y
déjalo dentro de la cuadra. Ja ja ja.
Pues como os decía, partíamos desde nuestro campamento base
hacia el Mirador del Roldan con un ritmo bastante cómodo. Desde su altiplano
nos dejábamos caer por la senda del oso hasta llegar al cruce que determinaría
coger dirección Senda del Vigilante.
Desde allí, el paso era obligado por el Cristo de los Buzos,
para en esta ocasión y por mi parte, darle las gracias por poder volver a
sentir, y correr por estas montañas de mi Cartagena.
Hasta ese momento todo iba perfecto. Paso seguro y molestias
ninguna. Descendimos desde lo más alto de dicha zona para encaminarnos
dirección hacia batería de las Parajolas, para llegado a ese tramo, por una
vertiente escarpada y técnica llegar hasta la Isla de Torrosa.
Ese tramo lo habremos pasado ya una centena de veces. Pues lo
mágico de la montaña es lo que siempre os digo, que a pesar de haber pasado,
hay días que hace que todo parezca diferente e inclusive hagas que te pierdas.
Perdiendo el sentido y dirección en un momento determinado.
Así me ocurrió. Tenía al grupo bastante avanzado, y llegue a
una zona la cual hizo que tuviera que pararme y situarme sobre el terreno.
Después de unos minutos de incertidumbre, todo volvió a su normalidad cuando
conseguí volver a la senda principal y ver a Mister Morcillo como regresaba a
la contra para recogerme.
Una vez más me GPS me ha salvado. Es increíble este muchacho.
Es impresionante.
Así, y encaminados por unos parajes preciosos, llegábamos
hasta ese pequeño Islote. Mágico he de decir lo que nos encontramos allí
siempre que vamos.
Fotaka de rigor y vuelta a la marcha. En este caso por una
vertiente que hace que en uno de sus tramos, agudices a tope el sentido de la
pisada, ya que como no pises donde tienes que pisar, la compra de terreno está
asegurada.
Arriba y solventado dicho tramo, continuábamos en este caso
bordeando tremendo litoral, hasta llegar a Cala Fatares.
Antes de llegar a tal referida cala, saltábamos a otra cala
la cual hacía que el momento cobrara un sentido especial.
Ese olor el cual me venía en ese momento es el que realmente
me reconforta, el que me nutre y el que me da la energía necesaria para seguir
hacia adelante.
Olor a mi Mar Mediterráneo. Ese que hace que sea
inconfundible su aroma y des gracias por poder tocarlo, pisarlo e inclusive
saborearlo (como otros del grupo hicieron), al introducir sus manos en él y
refrescarse la cara.
Ya en la bahía de Cala Fatares, tocaba la parte más exigente
del específico. Una subida de un kilómetro de distancia (no de desnivel en
positivo acumulado), sino, en distancia en metros.
Abajo en dicha cala nuestro GPS, marcaba la distancia de 10
km, y arriba del todo, justamente 11 km.
El comienzo de dicha ascensión fue bien, pero debo decir (y
es cuando volvieron a entrarme los miedos de la muerte), que en plena
ascensión, volví a sentir molestias en la misma rodilla.
Dicha circunstancia hizo que terminara esa parte y arriba del
todo me colocara el último del grupo y bajara de nuevo hasta donde teníamos los
vehículos asegurando y no forzando por los síntomas que me iba notando.
No comente nada al grupo porque tampoco era circunstancia de
alarmar a nadie. Llegados a donde habíamos llegado, ya lo único que teníamos
que hacer era dar por concluido el entrenamiento lo antes posible y dar de
nuevo descanso a la referida rodilla.
De nuevo en el altiplano del Mirador del Roldan, nos
dejábamos caerá hasta llegar a la zona donde teníamos los vehículos
estacionados.
Antes de llegar a ese momento, nos llevábamos una grata
sorpresa al coincidir y cruzarnos en pleno entrenamiento con mi cuñado
Santiago. Siempre es un auténtico placer coincidir con él y con su inseparable
(que en este caso no lo acompañaba por casusa justificada), Pakico.
Antes de dar por finalizado el entrenamiento y viendo las
molestias que aumentaban, llegue a pararme completamente, y los últimos 500 metros, los completé andando.
Por lo que sentía, sabía que la maquinaria no iba bien. Sabía
que algo no funcionaba y tenía que asegurar y ver en los días venideros de que
se podía tratar.
Por lo pronto, voy a cambiar en el próximo entrenamiento que
lleve a cabo (que será este próximo sábado), de zapatillas. Me voy a poner unas
usadas ya, y voy a ver la respuesta de mi cuerpo a ese nuevo específico con
dichas zapatillas.
Si no notara molestias, el domingo volvería a salir a
entrenar, pero en este caso, con las nuevas, para ver cuál sería la nueva respuestas
en este caso.
Tengo la experiencia de lesiones pasadas, que a veces lo que
hace que la misma se lleve a cabo, son circunstancias nimias que si no sabes
darte cuenta o escuchar a tu cuerpo, te tienen parado durante un buen tiempo,
que hace que te desmotives y parte de la temporada se vaya al carajo.
Previo a las competiciones que en breve vamos a llevar a cabo
(Perimetral de Benisa 60km – Desafío Lurbel 42km y Ruta de las Fortalezas 51km, quiero estar psicológicamente al cien
por cien.
Ahí no puede haber fallo alguno. Ahí toda la maquinaria tiene
que estar a punto para afrontar lo que se tiene programado.
Por ello, esta semana desde el martes no he hecho nada. Voy a
descansar hasta el sábado. Y ese día, ver qué pasa.
Espero en breve de nuevo poder haceros partícipes de nuevos específicos
y entrenamientos que llevemos a cabo.
ENLACE DE RUTA SEGUN GPS: http://connect.garmin.com/activity/269922648
Al final, el recorrido hecho fue de 14 km, en un tiempo de 2h.20 minutos.
Una vez más y antes de dar por finalizada esta crónica, daros
las gracias por vuestros ánimos y apoyo incondicional, el cual me mostráis
tanto en redes sociales (blog y facebook), como cuando coincidimos en
entrenamientos o competiciones.
Un bijainnnnnnnnnnnnn de abrazoooooooo.
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