Tridente de Molares, y nunca mejor dicho. Pedazo de
específico el llevado a cabo en el día de hoy junto a Mister Morcillo.
Después de haber estado de vacaciones y en la noche de ayer
cuando me ponía en conocimiento el específico que quería llevar a cabo en el
día de hoy nuestro Morcillo, dije para mí. Aguitaaaaaaaa, como viene el colega
de fuerte.
Más que fuerte, y es lo que me gusta de Mister Morcillo,
diría yo mentalizado.
En breve, tanto él como yo, tenemos dos competiciones de
órdago. Él la que le atañe por los pirineos con una exigencia máxima, llamada
Cavalls del Vent, y en mi caso la que se llevará a cabo en Sierra Nevada ( 95
km con un desnivel en positivo de 4000 m). La de Morcillo en este caso, será de
100 y con casi 7.000 en positivo.
Por eso, mentalizado a tope, en la noche de ayer y mediante
mensaje me ponía entre dicho, lo que tenía pensamiento hacer, que no era otra
cosa que subir y bajar la muela tres veces.
A las 7 en punto en el lugar asignado para dar inicio a tal
exigente entrenamiento, partíamos para llevar esa primer ascensión al Monte de
la Muela por su parte más escarpada, y que nos llevaría hasta su punto
geodésico.
Esa primera ascensión y vertiente, sabiendo lo que nos
quedaba todavía por delante, la llevábamos a cabo amarrando el pony.
Arriba del todo, bajando por sus escaleras de metal,
llegábamos hasta el altiplano de la muela y por su pista principal, nos
dejábamos caer hasta llegar a su puerta principal e introduciéndonos por su
rambla, llegábamos hasta la rotonda de entrada al portús, para llevar a cabo
esa segunda ascensión, que en este caso, transcurriría, por la vertiente de la
sureste Trail, y que nos llevaría hasta la misma fuente de la Muela. Para
nosotros, indiscutiblemente y mil veces nombrado, “El Abrevadero”.
Esa segunda ascensión, previo haber transcurrido todo un
llaneo por el interior de la rambla del portús, hasta saltar a su asfalta y
llegar a la citada rotonda, debo decir, que dentro del recorrido de hoy, es lo
que menos pesado se nos ha hecho.
En plena ascensión nos hemos encontrado con otro espartano de
los buenos, el cual nos facilitaba el terreno con su ímpetu y esfuerzo al ver
de la manera que subía.
Juntos hemos llegado hasta la misma cepa del abrevadero y
allí os podéis imaginar lo que ha pasado.
Primero que nos hemos llevado una sorpresa tremenda al coincidir
con nuestro SERPA TINOCO y su compañero SUSO.
A ellos, justo en el aparcamiento del Ramírez, momentos antes
de dar inicio al específico ya habíamos coincidido y saludos de por medio, cada
uno llevaba a cabo, el específico programado.
Pero el destino es sabio y sabe juntarnos en los mejores
sitios. Y en este caso, era en la fuente de la Muela. Foto de rigor y un lujo
el que nos hayan acompañado por esa mega subida súper exigente como es de una
vez pasas la fuente, sigues en sentido ascendente hasta llegar de nuevo al
punto geodésico de las antenas del Monte de la Muela.
Allí también, se hacía junto a nosotros una foto, un
auténtico espartano llamado “Amorós”. Él, es el que nos ha marcado
indiscutiblemente el ritmo de ascenso desde la rotonda del portús, hasta
coronar el punto geodésico. Gracias compañero, por esos ánimos y especial
saludo.
Continuando con la ruta, y viendo que las pretensiones que
llevábamos a cabo desde el inicio del entrenamiento se estaban llevando a cabo,
junto a Tinoco, Suso y Mister Morcillo, nos hemos dejado caer por toda la
bajada que nos llevaba de nuevo hasta la misma puerta de la entrada a la senda
del camino principal de subida al Monte de la Muela.
Ellos, momentos antes, y por otra vertiente, se alejaban y continuaban su marcha.
Nosotros, más mentalizados que nunca, llegábamos hasta ese paraje en el cual,
en lo concierne a mí persona, comenzaba
un auténtico suplicio.
Tocaba ascender y por última vez hasta lo más alto de la
muela otra vez. 21 curva nos separaba de nuestra meta. 3 km de ascensión, la
cual nos haría llegar hasta una cota de 465 m de altitud sobre nivel del mar.
Aquí sí que tengo que decir que lo he pasado un poco mal. Ya
empezaba a acusarse el cansancio, sobre todo muscular.
Pero teniendo al lado al que tenía y viéndolo de la manera
que lo estaba viendo, no había marcha atrás. A parte, he de decir, que de esta
manera y sufriendo como lo hemos hecho, es como realmente aprendes y llegado el
caso, en competiciones venideras, te acuerdas, y en esos momentos amargos,
haces de tripas corazón y sigues hacia adelante hasta cruzar la línea de meta.
De esa manera (llámalo como quieras), chino, chano, pasico de
la abuela, o su puta madreeeeee, llegábamos hasta todo lo alto, con una
consigna clara, que mi Morcillo momentos antes me dejaba clarísimo.
Si subo esta tercera vez hermano, es porque sé que arriba nos
espera la fuente para refrescarnos.
Y así ha sido. En la misma fuente de nuevo y junto a unos
ciclistas que nos veían y no daban crédito a lo que veían, porque por nuestra
parte era beber y refrescarnos. Repuestos en líquidos sobre todo, subíamos de
nuevo hasta el punto geodésico, pero en este caso ya lo veíamos todo de
diferente manera.
Era la tercera vez que llegábamos a ese punto, y
predeterminaba que el específico llegaba a su finalización. A lo único que
teníamos que hacer frente era de bajar todo lo ascendido en este caso de nuevo
por su pista principal y llegar hasta donde teníamos los vehículos
estacionados.
Que momentos antes, y por el lugar que nos atañe, me decía
Mister Morcillo que no se iba a poder quedar para tomarse una cerveza.
El que suscribe ha sido rotundo. Hermano, lo que hemos hecho
hoy, no se hace todos los días, concédeme ese privilegio de poder brindar
contigo con una 1925 por lo logrado. Rápido, te lo prometo, le he dicho. Y así
ha sido, y cuanto se lo he agradecido.
Porque llegado a este maravilloso establecimiento y tenidas
ambas cervezas en las manos, después de 25 km de pura y dura montaña en un
tiempo de 3horas y 35 minutos y un desnivel de casi 1500 m en positivo, las ganas por pegarle ese primer trago a esa
rubia eran tremendas.
Bueno, ese primer trago y otro más. Porque en dos tragos nos
la hemos jincaó. Si, si, como os digo. Pero ese momento de sentirla por tu
garganta, hace que todo mal, desaparezca y pienses ya en esa próxima salida y
entrenamiento.
De esta manera, hemos dado por concluido al específico de
hoy. Cansados, pero con unas sensaciones buenísimas. Y lo que más me ha gustado
y me llevo de él ha sido, la motivación con la que ha venido de vacaciones de Cadí.
Doy por seguro, que las competiciones que tenemos pensadas y
en breve llevar a cabo, las vamos a vencer y una vez en casa, nos sentiremos de
nuevo orgullosos, por lo conseguido.
Antes de finalizar, decir que seguimos inmersos en la
adaptación al minimalismo. En el específico de hoy, me he puesto mis “Merrell”
transcurrido la primera hora y cuarto de entrenamiento.
Me las he puesto 30 minutos. Y en todo lo alto de la muela y a
punto de dar por finalizado el específico, me las he vuelto a poner de nuevo,
pero en este caso 25 minutos.
La adaptación está siendo perfecta. Molestias ninguna, y
sensaciones buenísimas. Cada vez, quiero llevarlas más tiempo y no ponerme las
convencionales de siempre.
Vamos por buen camino. Bijainnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn
Dios os cria y vosotros os juntais jeje. Un saludico y animo con las merrell.
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