viernes, 29 de noviembre de 2013

XII CROS DE LA ARTILLERIA EN CARTAGENA 2013



Un año más y en un marco y día inmejorable, se llevaba a cabo en la localidad de Cartagena la XII edición del Cross de la Artillería.

Este año, con la participación masiva  de deportistas del mundo del running que venían desde todos los rincones de nuestra provincia para verse inmerso en precioso acontecimiento deportivo.

Un año más, y en las diferentes disciplinas sobre distancias a cubrir, el abanico de posibilidades para verte inmerso en una de ellas era tan amplio, que hasta se pensó en los más peques, para que completaran la distancia de 350 m.





Y así fue, y he de decir que fue un éxito rotundo. Llevado a las otras distancias que cubrían los 5 y 13 km, y otra distancia para niños ya de más avanzada edad y no siendo tan niños, como era la distancia de 1 milla terrestre (1.604 m). Y por último, otra gran prueba la cual año tras año, va cogiendo más adeptos al mundo de la carrera como es el Canin-Cross.

En lo que a mi persona concierne, hacia el lugar nos dirigimos con toda la tropa (familiar), para hacer frente a tan ardua y maravillosa batalla.

Programada estaba la participación de mi mujer para la distancia de 13 km, como la participación de mi hijo Daniel (Lucho), de 13 años de edad, sobre la distancia de 1ª Milla terrestre, y en último caso, la participación ( y por primera vez viéndose inmerso en una carrera), del más peque de la familia, siendo en este caso mi hijo Marcos (Cuco), sobre la distancia de 350 m.





Todo, absolutamente todo lo que se llevo a cabo en estas tres competiciones realizadas por componentes de mi familia, fue de un carácter tan especial, que se, que vendrán más competiciones en las cuales nos veremos inmersos de nuevo, pero está en especial, será la que más que otras, llevaré siempre en mi corazón, de por vida.

Y en líneas más abajo os desgranare línea a línea el motivo de tan especial evento.

Sobre las 09:15 horas llegábamos a las inmediaciones a las cuales y en breve, se iba a llevar a cabo tal referido evento deportivo.



Estacionado el vehículo en un lugar privilegiado, para una vez finalizara la prueba en la cual se viera inmersa mi mujer, pudiera abandonar el lugar inmediatamente para irme a trabajar, decir, que como nos había recibido este nuevo día, era precioso.

De inicio, y una vez bajado del vehículo, decir que hacía bastante frio y un ligero viento el cual en lo más profundo de nuestra alma calaba.

Pero gracias al sol resplandeciente que teníamos en este nuevo día, el frio se volvía cálido y nos hacía presagiar que en esta nueva competición íbamos a disfrutar un rato.



Poco a poco y acercándonos hacia el lugar donde se iba a dar la salida, empezábamos a coincidir con amigos y compañeros de competiciones pasadas, donde sus caras reflejaban una emotiva preocupación, de cómo se iba a llevar a cabo sus correspondientes competiciones, y más aún decir, sensaciones.

Ya en la Plaza ( de ese monumento como es el de Los Héroes de Cavite), decir, que no solo ellos tenían la catalogación como tal, sino, los que allí presentes se encontraban y los que poco a poco se unían a la referida fiesta, para todos los que allí se encontraban presentes, todos, absolutamente todos, eran para mí, unos auténticos héroes.

Héroes por lo que concierne a poder estar allí presentes, y llevar a cabo esa distancia y competición deseada.



Sé que antes de una competición, hay un trabajo tan inmenso, un esfuerzo tan duro, por llevar a cabo los entrenamientos, que no solo concierne al aspecto físico, sino también al psicológico.

Por eso, en ese preciso momento, verlos todos allí esperando ese cañonazo de salida, hace que para mí, sean auténticos héroes y de batalla dura.

Ubicados, y sabiendo en este caso que la primera competición que se iba a desarrollar era la de los más peques ( estimada para las 10:30 horas), Marcos y el que suscribe, se dirigieron hacia el lugar donde mediante una gran línea de salida hinchable y de color naranja, presagiaba y en breve, que iban a desarrollarse y especialmente para mi persona, unas sensaciones inolvidables.



Y cuando digo inolvidables, es por lo que nos acontece al asistir en primera persona a la primera competición a la cual mi hijo iba hacer frente.

Puestos en la parrilla de salida, decir que nervioso era poco el cómo se encontraba.

Como prueba de conformidad y para que estuviera tranquilo, en todo momento me mantuve al lado de él, informándole de los habitares previos a la salida.



Me pregunto veces, ¿papa cuando empieza la carrera?. Fufe, que risas, que nervios y a la vez que orgulloso de verme en tal emotiva carrera.

Desde que dieron la salida hasta la finalización de la misma me mantuve siempre cerca de mi Cuco. Es más, lo grabe con la cámara para dejar constancia y de por vida, de tal referida y gran hazaña.

Como le había dicho, y había previsto, nos colocábamos en la parte más retrasada de la línea de salida, para que de esta manera y forma, en el momento que se pusiera a correr nuestro Marcos, éste , cogiera el ritmo y no pudiera ser tirado al suelo.



Estas carreras, al ser tan pequeños los niños, el inicio, el comienzo de la misma, suelen ser bestiales. Difícil es ( y he visto ya unas cuantas), que no se caiga algún niño por tropezar con otro, y con ello, comporte que arrastre y vayan también al suelo, el resto del grupo próximo.

Y como para las olimpiadas de Brasil ya estaban todos elegidos, lo único que le dije a mi Marcos fue, que corriera ante todo para disfrutar, y sentirse a gusto durante todo el tramo.

Era su primera competición, y de lo que se trataba era asegurar y no hacer que se agobiara. Lo mejore y en este caso era, empezar poco a poco y que se quedara con buen sabor de boca. (creo que lo conseguimos y es de lo que realmente me alegro).



Escuchado el cañonazo de rigor y puestos en marcha, desde el campo de visión que me ocupaba decir, que disfrutaba más que él inclusive.

Que sensación para mí, el verlo inmerso y en este caso como primera vez, entre tanta gente y corriendo.

Igual que os decía que previo a la salida inclusive llegue a verlo un poco agobiado, nada más dar comienzo , dicha magia, todo se transformo en una auténtica fiesta. Para él y para mí,(estaba claro que), elevado a la máxima potencia de disfrute y multiplicado por infinito.



Poco a poco, íbamos desgranando esos 350 metros, los cuales y como muestran las imágenes, determinaban que nuestro Cuco estaba concentrado al máximo.

Adelantamientos, pequeños tropiezos, algún que otro cambio de ritmo, hizo que cada vez más cerca, tuviéramos esa línea de meta. Tuviéramos nuestro objetivo marcado desde un primer momento y el cual en breve íbamos a dar por finalizado.

Nada más levantarse Marcos, me decía en relación a la competición a la cual iba hacer frente, que quería competirla con un pañuelo en la cabeza y su dorsal puesto en su pecho.



Es lo que desde siempre ha visto en casa. Es lo que desde siempre, se le ha transmitido, tanto el que suscribe como su madre, y en este caso también su hermano por estar ligado al mundo del deporte en la disciplina de baloncesto.

Tengo esa imagen en mi retina, la cual una vez puesto el correspondiente dorsal en su camiseta y pañuelo en la cabeza, mirándome previamente a la cara y sin mediar palabra, durante todo ese instante, me dijo; "Papa, sino gano la carrera no pasa nada verdad". Ja ja ja. Momentazo y del bueno.

Fui rotundo en mi afirmación y es lo que me salió en esos momentos del interior de mi corazón.



Le dije que no, que no pasaba nada, es más, que lo importante no era ganar, sino participar y saber que en el transcurso de la competición, ante todo, de lo que se trataba era de ser feliz mientras se corriera.

Lo capto a la primera, porque vi que la cara de preocupación se le quitaba en el instante. Eso es lo malo de tener a una mujer en casa que competición si, competición no, aparece con un trofeo y lo pone en la estantería. Eso hace, que a los más peques, y no tan peques, les cree una ansiedad sobre el triunfo. ja ja ja ja.

Volviendo a la competición de nuestro Cuco y ya en los últimos compases de la prueba, haciendo esos últimos esprines, entrábamos por la línea de meta, conllevando para ello, que me arrodillara y lo felicitara en primera persona.


Grande nuestro Javier Martinez, el cual estuvo inmerso y de pleno en todas las competiciones llevadas a cabo, para dejar constancia mediante imágenes en vídeo de lo que allí se vivió, sintió y disfrutó, mientras se competía. Gracias como siempre maestro.

Épico lo conseguido. Precioso momento el llevado a cabo, y lo mejor de todo (como os anunciaba), que todo, lo hubiéramos grabado.

Quedaba otra de las partes que más deseaba. A tal referido esfuerzo, la recompensa de recoger su medalla.


En este caso de oro, con lo cual, y viéndole la cara que puso cuando se la colgaron, me hicieron sentir el hombre más feliz de la tierra.

He corrido competiciones, (unas cuantas y de diferente índole), con algún que otro pódium. Pues esta circunstancia y experiencia, claro está, ha hecho, que no la pueda equiparar con ninguna, porque no se puede, en lo que se refiere a satisfacción propia.

COMPETICIÓN DE NUESTRO CUCO EN SU PRIMERA CARRERA (350m).



Es tanta la emoción que sentí, es tan grande la felicidad que uno siente en esos precisos momentos, que inclusive, se me llegaron a saltar las lágrimas cuando miraba fijamente a mi hijo a los ojos.



Pues aun, a pesar de haber vivido unas sensaciones bárbaras y nunca sentidas por mi persona en una competición, todavía me depararía otra gran sorpresa (inesperada y muy bien recibida por mi parte).

Una vez Marcos finalizó su competición y recogió su medalla, nos trasladábamos a las inmediaciones donde en breve se iba a disputar otra gran prueba, en este caso la de 1ª Milla Terrestre, y en la cual iba a tener participación nuestro Daniel.

Llegábamos a punto de que se diera la salida. De tanta gente que había no nos pudimos dar cuenta donde estaba concretamente, aunque previo a la salida y como le dije momentos antes, le comenté que se situara lo más adelante posible, y una vez dieran la salida, cogiera su ritmo y no se preocupara en adelantar a la gente.

Apenas pasados unos minutos y para sorpresa mía, mi cuñado me ponía en conocimiento que Dani iba el segundo.



Esta es otra de esas imágenes que siempre perdurarán de por vida en mi corazón.

En ella se puede observar a mi Lucho (Daniel), a escasos metros de entrar por la línea de meta, en este XII Cross de Art
illería de mi Cartagena.

Esta fotografía para mí es muy emotiva porque me dice mucho. Daniel, más que Marcos, el deporte lo ha mamado desde muy pequeño.

Sus tres primeros años de vida, los paso junto a nosotros en plena Cerdaña de Gerona, concretamente en Puigcerda. Allí, me lo llevaba conmigo al ginmasio todos los días y a correr con el carricoche, (que menudas broncas me llevaba de la cerillica), y salvaguardado entre cuatro bancos, gateaba y jugaba a la pelota, hasta que un día se puso de pié y comenzó andar por el tatami el solo.

Ese día en concreto lo conservo aún en mi retina, ese, y otro que se estampo de cara contra un radiador que teníamos en casa. Uffffffffffffff menos mal, que solo fue el susto.

Cuando llegamos a cartagena, para instalarnos definitivamente, estuvo inmerso y de pleno a mi lado, en casi los cinco años que estuve opositando, y haciendo frente a las pruebas físicas.

Todo, absolutamente todo (natación, carrera, cuerda, dominadas y flexiones en barra), hizo al paracer, que lo absorbiera todo y se le quedara en su subsconciente, porque desde que ha comenzado hacer deporte en su vida, todo absolutamente todo, le ha ido de vicio.

He de decir que a día de hoy, y sin dedicarse de pleno a la carrerra, y si a lo concerniente al baloncesto, se curro una competición que cuando lo ví a lo lejos, he de decir que me emocione como si hubiera corrido de nuevo los 101 km de Ronda.

Es impresionante, lo que él en concreto me infunde. Es tanto el respeto que le tengo, que desde su posición y edad, nada más que me toca aprender y mucho por lo que me transmite.

Estoy viviendo una segunda juventud a su lado, y se que son muchas las competiciones y entrenamientos que compartiremos y llevaremos a cabo en un futuro, porque más que un hijo, siempre lo he considerado y lo consideraré, como un amigo.

Lo quiero tanto, que no dudaría dar en estos precisos momentos mi vida por el o por mi cuco.

Gracias, gracias y mil gracias mi vida, por hacerme tan grande como padre.

De esta manera, en lo concerniente a educación y respeto, creo que lo que me marque como reto en su día y junto a mi cerillica, poco a poco lo vamos consiguiendo como padres. Es muy dificil llevarlo a cabo, pero no imposible, por ello, día a día, pongo todo mi empeño en ello.

Es mucho lo que nos queda por recorrer. Es mucho lo que nos queda por disfrutar, pero desde esta posición y vertiente, se que los problemas que nos toquen afrontar, de las mejores maneras y junto a vosotros, las solventaremos, lucho, cuco y alicia.

Continuando y hablando sobre la imagen... Iba el segundo, y quedaban apenas unos 300 metros para pasar la línea de meta. No me lo podía creer, ahí delante lo tenía y a su paso me dejo perplejo al ver el ritmo que imponía en esa parte final de la carrera.

Ufffffffff, muchas emociones de golpe. Ahí, no pude de nuevo contener mi emoción y se me saltaron las lágrimas de ver lo que habían visto mis ojos.

Al final, 2º de la General de su carrera, con casi 300 niños de toda Cartagena.

Y me asombra  mucho, porque Daniel no está vinculado de pleno en la competición de las carreras.

VIDEO REALIZADO POR JAVIER MARTINEZ MARTINEZ.


Él, entrena con su equipo de baloncesto tres veces por semana, y de ahí saca toda su base para poder correr como lo hace.

Es impresionante el grado de satisfacción que puedo sentir como padre. Tanto cuando me refiero a Daniel, como a Marcos.



Siempre he llevado por bandera el otorgarles lo mejor para su vida. Principalmente, queriendo siempre, que sean felices con todo aquello que hagan y lleven hacia adelante.
Pero el deporte en lo que me concierne, es tanto lo que me he empeñado (indirectamente), para que lo disfruten. Que sin querer y mejor aún sin forzarlos, ellos han sido los que han querido seguir nuestros pasos. (tanto el mimo como el de mi mujer Alicia).

Por esa circunstancia estoy tremendamente feliz. De ver, que poco a poco, vamos consiguiendo lo que en su día nos marcamos como reto, no siendo otra cosa, que estén siempre vinculados al deporte. Todo lo concerniente a éste, tanto en amistades como en disciplinas que practique, se que siempre será muy bueno. Por eso, a muerte con ello.

Volviendo a la competición, y una vez finalizada la carrera de Daniel, le tocaba el turno a la Cerillica (mi mujer Alicia).



Ella en este caso y como os anunciaba, iba a correr la distancia de 13 km. Lo peor, que yo no iba a poder estar presente, ya que me tenía que ir a trabajar.

Pero dejaba claro, que una vez finalizara la competición me pusiera en conocimiento y de primera mano, las sensaciones vividas durante el transcurso de la carrera.

Y así lo hacía y no de muy buenas maneras que digamos. En un wasap que me dejaba me decía, "nene, no me ha ido nada bien, inclusive he tenido ganas de vomitar, y la carrera la he podido terminar gracias a Juande el cual ha entrado conmigo por la línea de meta".


Antes de continuar con la crónica, en esta fotografía quiero hacer una especial mención a una persona, quiero dejar un pequeño escrito, agradeciéndole lo mucho que lo aprecio y quiero y significa en mi vida.

Esa persona es Juan de Dios, No se por donde empezar, pero si se que le tengo mucho que agradecer, en primer lugar, al fotógrafo el cual hizo posible que esta imagen quede para la posteridad y mi recuerdo.

Por esta foto, sabré de por vida, lo bien respaldada y protegida que estuvo mi mujer en esta competición de vértigo, hasta cruzar esa línea de meta.

Por ella, sabre lo que para mi vida y la de mi familia, significa la figura de mi gran amigo y maestro de maestros, JUANDE.

Cada vez que miro la imagen y me paro detenidamente a observarla, esta me desgrana un sentimiento que nada más que hace que florezcan de nuevo en mi persona unas sensaciones bárbaras y se me salten las lágrimas

Gracias Juande, gracias por protegérmela, cuidármela y animarla hasta el punto de decirle en un tramo de la prueba, que si tenía que vomitar que lo hiciera, que no pasaba nada.

Esos momentos, nada más que te los da la competición. Esos duros momentos, nada más que te los da, el verte inmerso en tremendo esfuerzo.

Por eso desde estas líneas que escribo y no solo a mi maestro Juande, sino también a mi mujer Alicia,  GRACIAS,GRACIAS y GRACIAS, por lo que cada uno al respecto, aportaís a diario a mi vida.

Os necesito como al comer, y saber que estais ahí, para cuando me haga falta, me hace el hombre más feliz de la faz de la tierra.

Os quiero. Un beso maestro para esa mujer tan especial y preciosa que tienes llamada Conchi, a ella y a tu preciosa famalia y nieta.

CONTINUANDO CON LA CRÓNICA DEPORTIVA,

En relación a la competición de la cerillica y una vez finalizo ésta la misma, y terminándola como en líneas más arriba os informaba, el que suscribe fue rotundo en mi afirmación y wasap; "te quiero, te quiero y más te quiero por cómo eres y lo que haces, mi vida,  no te preocupes, porque entre el trabajo, familia y casa, bastante haces".

Esta persona a la cual me refiero, debo afirmar que es el motor de mi familia, y en concreto de mi vida.

Esta persona a la cual me refiero, si le tiene que pasar algo, algún día , solo le pido a Dios, y rezo por ello, que me pase a mí, y muera yo el primero.

porque para mí es; 

Ese metal precioso que brilla más que ninguno,
Esa madre, entre todas las madres, que nos cuida como ninguna.
luz cegadora, en mis caminos más oscuros
y sobre todo compañera, de la cual uno a ciegas confía, hasta que me muera.

Te quiero mi vida.



Sin más, deciros que esta materia que me aporta tanto y se llama deporte, ha hecho que mi vida cambien por completo. Por ello, seguiremos en la brecha, seguiremos en la lucha, para seguir contando, lo que para mí este mundo significa.


Os quiero. Gracias por vuestros mensajes y escritos.


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