Y llego el día. Llego ese
preciado momento el cual te hacía enfrentarte a esta última entrega, de la (3ª
etapa) llamada Quixote Legend.
Desde la localidad de Yeste,
tocaba trasladarnos hasta Riopar y dar por concluida a esta gran batalla.
50 km de nuevo, con un desnivel
en positivo acumulado de 2200 metros. La fiesta sin duda, una vez más estaría
servida a modo de trail por auténtica montaña albaceteña..
Pero en el día de hoy, todo iba a
ser diferente, Como por arte de magia, todas las molestias, todos los síntomas
de flaqueza y esas sensaciones de creer no poder dar un paso más al frente,
desaparecían por completo para dar entrada a todo un torrente de energía
positiva, la cual, junto a los tuyos, sin duda harían que esta jornada fuera
inolvidable.
Y así lo fue, ya lo creo. Nada
más levantarnos, el ambiente que se respiraba en el campamento era distinto. Era
oxígeno del bueno, del que sabes que cuando lo inhalas, una vez dentro de tus
pulmones te hacen ser un hombre fuerte.
Decir, que las caras del resto de
participantes de la prueba, reflejaban plena satisfacción por haber podido
llegar sanos y salvos a esa tercera contienda.
Se sabía que de nuevo iba a ser
duro enfrentarte a ella, pero las tornas habían cambiado y de qué manera.
Por muy duras que fueran de nuevo
sus zarpazos y dentelladas, nos quedaban
reservas transformadas en energía pura, para afrontar ésta última prueba, y
llegados a esas alturas por supuesto no darnos ya por vencidos.
Y esta en este caso y como os
anunciaba en líneas arriba, a lo que nos enfrentábamos era, a la última
competición de la Quixote Legend, por ello, cara a cara ( y sin género de
dudas), nos dispusimos a dar rienda suelta a nuevas y duras sensaciones.
Seguí con el mismo preámbulo y costumbre
de los otros dos días en lo concerniente a las curas que el facultativo y
podólogo de la prueba me había hecho en mis dedos de los pies, (sobre todo en
el meñique), el cual llevaba destrozado.
Así que lo deje tal cual y no volví
a las citadas curas hasta terminada esta tercera prueba, pero en este caso ya
en Cartagena.
El mismo procedimiento y curas,
como hasta ese momento me había ido bien, (dentro de lo que cabe), quise repetirla
para tener la misma seguridad de saber que si el día anterior había terminado
la ruta, en el día de hoy, lo iba hacer de igual forma.
Aparte, tenía en positivo y
sabía, que ésta última etapa, no iba a ser tan dura.
Primero porque eran 10 km menos en
total los que le restaríamos a la prueba de la etapa anterior, y en lo positivo
y acumulado añadir, que se le restaban 1000 metros a este prueba, lo cual y a estas alturas, os puedo asegurar que se
agradecía que no veas.
También, decir que de competiciones
pasadas, la parte final de la competición la conocía al dedillo, ya que un año
antes habíamos competido en una carrera en el "Calar de Rio mundo".
Como os decía, en solfa y con las
energías a tope después de haber desayunado mis copos de avena, me dispuse a
trasladarme hasta el autobús a las puertas del campamento, para que este me
llevara hasta la misma línea de salida.
Esta competición como os decía,
iba a ser muy diferente a las dos anteriores. A ésta en concreto y como última
de la Quixote Legend, se le sumaban 300 nuevos participantes, los cuales nada
más que le iban hacer frente a esos 50 últimos km.
Ehhhh, yo los catalogue como la
promoción "DEL PAN BIMBO", (con todos mis respetos hacia ellos, y os
diré el motivo).
Os podéis imaginar las
sensaciones en carrera. Los que en nuestras patas y cabeza, llevábamos metidos
más de 100 km.
Pero como os decía en líneas
arriba, esta circunstancia se agradeció y mucho. Se imprimió a ese último
momento de ese oxigeno puro y necesario para recargar nuestros pulmones y salir
a correr como nunca.
Así fue y que sensaciones. Antes
de dar inicio a la prueba, ya en el corralillo, comenzábamos a saludarnos con
esos nuevos gladiadores que llegaban de todas partes.
Especial mención a la de mi
MAESTRO JUANDE, el cual y a mi lado, con tremendo abrazo entre ambos, nos
deseábamos suerte ante lo que teníamos delante.
5-4-3-2-1 y a restar km a la
prueba. Ya en curso, de lo que trate fue de seguir la estela de nuestra
princesa Esther Sánchez, y sus príncipes
Suso y Andrés Moliner.
Lo de Cayuela en esta última batalla
es para escribir un capítulo aparte. Un añadido extra a esta maravillosa
historia.
El colega nada más ponernos en la
línea de salida, nos miro a la cara al resto de participantes y especialmente a
hacia nosotros ( Andrés y el que suscribe), y con una seguridad en su mirada
nunca vista hasta ese preciso momento, nos dijo textualmente;
"Hoy voy a por todas, hoy
tengo claro que no me dejais de nuevo en la estacada cabrones, y quién quiera
correr, que se prepare".
Ehhhhhhhhhhhhh, como en las
películas del Oeste, nada más pronunciar esas palabras se dio paso a escuchar
el batir del viento y para dar más realidad al asunto, solo falto que por
delante nuestra rodara un matojo de esos que cruzan las carreteras del
desierto.
Lo que yo os diga, nuestro
Cayuela, estaba irreconocible. Y doy fe de ello, que quién quiso correr y
adelantarlo, lo paso mal durante todo momento.
De hecho, nada más darse la
salida, ya cogió cartas en el asunto y se puso en cabeza.
Mientras tanto, y manteniéndome
el último del resto de mis compañeros, comenzaba esta última entrega de
disfrute, sufrimiento y nuevas sensaciones.
El primer tramo de la competición
(los primeros 10 km), éstos fueron muy rápidos.
Sendas preciosas, caminos
impresionantes y descensos de vértigo, que hacían que no perdieras detalle y te
dejaras llevar por el resto de la gente.
Por doquier te adelantaban de una
manera que parecía que de un momento a otro, el de la escoba te iba a dar en la
cabeza anunciándote que ibas el último.
Joder con la peña pensé. De ahí
me vino al recuerdo la famosa frase de mi muflón xtrem del alma;
" Pero no se da cuenta esta gente que son
50 km?. Como puede ser posible que to estos descosios, salgan a ritmo de un
5.000 y en asfalto?. Biajinnnnnnnnnnn de
amarrar el pony que luego por mucho que queráis no anda.
Consecuentes y previsores, como
os decía, uno detrás del otro, hacíamos frente a lo que allí se nos ofrecía.
Poco a poco, el grupo se fue
desgranando. Hasta tuvimos tiempo en esos primeros lances de carrera, de
explicarle a uno de los participantes
que se tranquilizara, que no se pusiera nervioso, y que se dedicara
única y exclusivamente a correr que era a lo que había venido. Y os diré el
porqué en breve.
Resulta, que en esos primeros momentos
de competición y saliendo de la población de Yeste por su asfalto, debido a la
aglomeración de gente llegado a un punto donde se finalizaba dicho asfalto y se
daba entrada a una senda de tierra con una giro de 360º, el que suscribe y por
iniciativa propia, para sentirme más seguro sobre el ritmo impuesto, en vez de
tomar esa curva, y comenzar a correr por terreno blando, decidí cogerla en línea
recta y seguir hacia adelante, hasta unirme al siguiente camino el cual lo
separan unos 15 metros.
"Acabásemosssssssssss dijo
el sabio", Os puedo asegurar que estamos hablando de aproximadamente unos
15 metros de recorte. Y que en las bases no ponen que no pueda hacerse. Pero
siempre está el "liendres" de turno que quiere darse por conocido.
Y si por saber no sabéis lo que
para mí persona significa LIENDRES, dicese de;
"Ese capullo que de to sabe
y de ná entiende".
Porque al parecer, esa
circunstancias, le molesto y mucho a un corredor al cual desde ese preciso
momento bautice como, ya sabeis, por que no le vino muy bien que me saltara esa
vertiente, añadiendo a la vez y hacia el
venerable en voz en grito por si fuera poco.
"Ehhhhhhh, haber si no te
sales de la ruta establecida y sigues el camino marcado compañero".
De verdad os lo juro que me di la
vuelta porque pensaba que el que me lo decía era algún conocido, pero cuando me
percaté que a los que allí presentes se encontraban, no conocía a ninguno es
cuando me situé y esa frase dicha me toco las pelotas.
Exactamente eso de " haber si no te sales de la ruta
establecida y sigues el camino marcado", a esas alturas de competición y
kilómetros acumulados en mi cuerpo,me llego al alma de verdad.
Por no decirle,
"cállate bocazas", en ese preciso momento y liarla, a lo único que me
remití a decirle fue;
"Si llevaras con este, tres
días corriendo y más de 100 km en tu pecho y patas, tendrías menos ganas de
hablar para economizar en carrera, y pensarías más en atajar para llegar cuanto
antes".
En fin, que como dice el dicho y
yo añado a este mí escrito;
"El mundo está lleno de
idiotas, distribuidos estratégicamente
para que te encuentres uno al día en
tu vida".
Y vaya si no lo encontramos; por
no ampliar en adjetivos y llamarlo CAPULLO.
Volviendo al tema que es lo que
realmente nos importa, seguí corriendo, y no sé si es que mis palabras
surtieron efecto en su conciencia, que ya bajo ningún concepto, no volví a
escucharlo. Y cuanto lo agradecí señores.
Y de verdad que se agradece,
porque a esas alturas como os digo, cualquier frase no bien expresada, o bien
dicha, hace que se mal interprete y te cagues en toda su estampa.
Porque lo mismo, dicho de otra
manera, hasta resulta gracioso y te motiva.
Si en vez de decir lo que dijo,
hubiera añadido;
" a ese ritmo que llevas
compañero y estrategia, tienes cojones a ganar la carrera y sumar 42 km solamente en tu body,
tu sí que sabes granuja.
Doy por seguro, que ante esa
afirmación la cual os digo y si se hubiera proliferado de esa manera, las risas
en el momento habrían estado aseguradas.
Pero no, el colega quiso hacerse
el grandioso, y desde mi punto de vista y opinión personal, creo que el tiro le
salió por la culata y le reventó todos
sus morros.
Nuestro "Suso" en acción
Nuestro "Suso" en acción
Y es que como digo yo, hay gente
para todo. Inclusive mi compañero y hermano "SUSO", ( el día antes y
cenando, nos llego a comentar también otra de esas circunstancias que se te dan
en carrera que no te lo esperas ni por asomo).
Resulta que él y en plena
contienda, adelantaba a otro corredor venido al caso, ( más que corredor,
compañero de ruta que es como yo los catalogo siempre), éste a su paso y sin
quererlo (por supuesto), al parecer tropezaba con él, y éste en uso de la palabra
y muy alterado, sin pensárselo y dirigiéndose a nuestro
"SUSO" le decía;
"Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhh
colega, como vuelvas a tropezar conmigo TE METO".
Si, si, compañeros que estáis
leyendo este párrafo. Se lo que estáis pensando y más como os habéis quedado.
Esa circunstancia dada, determina
una sola cuestión. Ese "COLGAO", no tenía ni puta idea de donde se
encontraba.
Es más, si se me llega a dar a mi
esa circunstancia, hubiera sido muy claro en mi afirmación;
"Colega, creo que te has
equivocado de discoteca".
En la vida, y mira que se me ha
dado la circunstancia en más de una ocasión ( por no decir en infinidades), de
ir corriendo y tropezar o rozar a compañeros de ruta los cuales nos
encontrábamos inmersos en los mismos derroteros.
Nunca se me ha ocurrido decirles
(ni me han dicho nada por supuesto). Nunca os lo juro. Y si se ha producido ese
contacto, lo único que han salido de nuestras bocas, han sido un, perdón
compañero, continua tu delante mía que te veo más fuerte.
Pero de ahí, a un, QUE TE METO. En líneas arriba nos encontrábamos al
"liendres", de turno, y en esta nueva ocasión y venido a menos, un
primo hermano del "Yoyas".
Ehhhh, cuidado. Sitúate y mira a
quien tienes al lado, y si han tropezado contigo, no te lo tomes como si con
una copa en la mano tropezaran en una discoteca.
Ese sin duda no es nuestro royo
amigo, y si el de disfrutar al máximo de todos esos momentos y kilómetros de
ruta compartidos
En fin, creo que me he salido un
poco de la competición (como siempre), y me he dejado llevar por mis
conclusiones y sentimientos.
Venidos de nuevo al camino y con
esa famosa frase de nuestra Esther Sánchez hacia nuestro SUSO, ( déjalo, sigue corriendo y disfruta de todo lo que se te ofrece), una vez dichas esas palabras desafortunadas por parte de ese indeseable,
se continuaba en ruta y de las mejores formas.
Como os comentaba, esos primeros
lances de competición en esta 3ª etapa fueron rapidísimos. Es más, en un
momento de la ruta, nuestro Andrés paró a miccionar ( creo que con esa era la
Trigésimo cuarta vez que lo hacía en esta competición), y donde nos encontrábamos
en esos momentos y al terreno que hacíamos frente, hasta la finalización de la
competición, ya no volvimos a coincidir de nuevo.
Después supe de el porqué, ya que
me extraño y mucho. En un momento de la competición y sobre una raiz que se encontraba
en el camino y escondida por unos matorrales, nuestro Andrés sufría un grave
percance (al tropezar con ella y lastimarse en una de sus rodillas), lo que
hizo que se mermara y considerablemente su competición y la acabara de esa
forma.
Grande mi Andrés, siempre lo diré.
Grande por todo, pero más por lo que me transmite su persona.
Creo que hasta el km 15 de
competición, no llegue a ponerme de nuevo junto a Esther Sánchez y nuestro
SUSO.
Cayuela como os decía, en el día
de hoy, llevaba su competición particular y competía contra su propia persona.
Más adelante, justo a la llegada
al primer avituallamiento de la carrera, es cuando coincidí con Cayuela,
transformado en esta ocasión en un auténtico Gladiator, ( aproximadamente eso
ocurrió en el km 23 de ruta), y a partir de ahí, las sensaciones y risas fueron
de nuevo compartidas hasta la finalización de etapa.
Antes de llegar a ese momento,
decir quiero que lo que presenciábamos en plena competición, me partía el
corazón.
En pleno ascenso hasta llegar a
una cumbre, nos encontrábamos en cuclillas y mirando hacia el suelo, a nuestra
Inma Tonda, la cual y por las sensaciones que mostraba, nos garantizaba que
algo en su organismo no iba bien.
A su paso y llegados a su altura,
(por supuesto que nos paremos), y le dijimos si necesitaba algo, si la
acompañábamos hasta el próximo punto de avituallamiento y que allí la
atendieran.
Inma (como gran luchadora que es
y nos tiene acostumbrados), fue rotunda en su afirmación;
"Irse de aquí que estoy
bien, no preocuparse, llegaré sola a esa zona de avituallamiento y decidiré no
proseguir con la ruta". Tengo el estómago al revés y no consigo
recuperarme de mis molestias estomacales.
Inma Tonda, Antonio Ibarra y nuestro Gran Cayuela
Inma Tonda, Antonio Ibarra y nuestro Gran Cayuela
Bufffffff, sabíamos que a lo que
se estaba enfrentado Inma era a una circunstancia durísima.
Una vez más, saco de tripas
corazón, y tras la finalización de la competición nos enterábamos, que había
llevado a cabo lo dicho.
Desde mi punto de vista, hizo lo
correcto ya que si las sensaciones no eran buenas, lo mejor fue poner un punto
y final a esa experiencia. En un futuro próximo, vendrán más competiciones y
mejores lo doy por sentado.
Desde estas líneas y hacia ella
quiero decirle, FELICIDADES INMA.
A pesar de lo sucedido, sabemos y
de sobra lo que eres y hacia nosotros lo que representa tu persona. Una de las
más grandes corredoras de montaña de nuestra queridísima Cartagena y región de Murcia.
Ya junto a Esther y Suso de nuevo,
mi competición cobraba otro sentido.
Junto a ellos y corriendo,
volvían las risas, el buen rollo y por momentos me olvidaba lo que mis dedos de
los pies me decían y sentían.
No podía pensar en el dolor y sí,
en lo que ya nos quedaba para dar por finalizado a dicho calvario.
Por eso como exprese en el vídeo,
aunque hubiera sentido que el dedo meñique se me descolgaba en el interior de
mi zapatilla, hasta que me hubiera quedado la última gota de sangre en mi
cuerpo y que ésta me hubiera dado fuerzas para seguir hacia adelante, no lo
hubiera dudado ni un momento en seguir corriendo..
No podíamos darnos por vencidos a
esas alturas, y menos pensar en rendirnos o retirarnos llegados el caso.
Junto a este Gran Gladiador llamado Miguel Angel.
Siempre lo he dicho y me afirmaré
rotundamente. Por todo lo que he soñado y más me he sacrificado, unas simples
rozaduras, aunque estas sangraran, no me iban a impedir, cruzar esa línea de
meta. Y más sabiendo lo que allí me esperaba, mi familia para infundirme con
ellos en tremendo abrazo.
Junto a nuestro Cayuela de nuevo,
Ester Sánchez y el que suscribe, continuábamos corriendo y con unas sensaciones
buenísimas.
Nuestro Suso, una vez llegábamos
al avituallamiento y recargábamos energías, por el ritmo impuesto por nuestra
Esther, decidió asegurar en materia, y continuar a su ritmo establecido y solo.
En mi caso y por cómo me
encontraba, decidí continuar junto a ella. Debo decir, que hubo un momento en
esa ascensión tan pronunciada que nos encontrábamos una vez pasábamos ese
primer avituallamiento, que no supe si iba o no a poder seguirle el ritmo.
Qué manera de subir, que manera
de bajar, lo tenía todo nuestra Esther y más aún sabiendo que iba como tercera
clasificada de la general.
Grande nuestra Esther Sánchez.
Grande nuestra Esther Sánchez.
Apreté los dientes, me tome un
gel energético, y continúe detrás de ellas hasta coronar esa cumbre la cual os
comentaba.
Ahí se dio otra circunstancia,
que a nuestro Cayuela le cambio el significado de la competición por completo.
Llegado a lo más alto, su
metabolismo le hablaba por sí solo. Y le hablaba para que en este caso hiciera
un alto en el camino, y redujera peso corporal.
Lo que comúnmente se conoce como
"un apretón del carajo".
No pudo aguatarse y tuvo (como os
decía), que parar y ahuecar el ala, para una vez se pusiera en curso, ya no volver a vernos hasta casi la
finalización de la etapa.
Grande mi maestro "Juande"
Y digo de no vernos, porque justo
ese momento en el cual decidía lastrar peso corporal con olor a mierda (Ufff, perdón),
lo hizo en un momento el cual el camino se tornaba a nuestro favor.
Delante nuestra, todo un tobogán
de kilómetros y cuesta abajo, para dejarte llevar, no pensar y disfrutar al
máximo de lo que tus ojos contemplaban y piernas sentían.
Así fue, y como disfrutábamos. De
hecho hasta nos hicimos amigos de una pareja que habían venido desde Jaén para
competir en esos últimos 50 km.
Todo ese largo, tendido y precioso
descenso, lo hice detrás de Esther, grabando con mi pekeñica todo aquello que
consideraba interesante, para tenerlo de recuerdo y en un futuro revisar esas
imágenes y ver (no solo lo que disfrutábamos), sino también lo libres que nos
sentíamos mientras corríamos por ese medio.
Aproximadamente en el km 35 y por
las sensaciones llevadas a cabo hasta ese momento, acompañe a nuestra Esther,
justo ahí¡, previo haberle ofrecido unas gominolas energéticas, decidí tomar
cartas en el asunto y llevar a cabo en solitario mi contienda.
Esa circunstancia se daba justo
en el momento que llegábamos a la explanada de los aparcamientos de Rio Mundo.
Desde allí y en adelante,
conociendo ya el terreno por competiciones pasadas como os decía en líneas
arriba, decidí cambiar el rimo y dejarme embargar por mis sensaciones.
Esa parte donde se desencadena la
gran catarata de los chorros de rio mundo debo decir que es impresionante y a
la vez maravillosa.
Por la gente que en el lugar se
congregaba, por los vítores de motivación que mi persona recibía al paso con
otros corredores y de mi Cartagena, sabiendo que solo me quedaban 15 km, toda
esa ascensión la hice súper motivado.
Arriba del todo y por su senda de
tierra que nos depararía hasta llegar al último avituallamiento antes de hacer
frente a la subida hacia el padroncillo, decir que me encontraba con mi gran
amigo, compañero y hermano de batallas pasadas (EL GRAN FAUSTO).
Gracias, por ese saludo en ruta
compañero. Gracias por esa foto captada de ese momento la cual ya forma parte
del recuerdo y sin duda ha sido gracias a tu persona FAUSTO.
Ya en el último avituallamiento,
pletórico de saber lo que me quedaba, ingería los últimos trozos de naranjas,
sandia, frutos secos,nocilla y membrillo, para afrontar toda esa vertiente
hasta llegar a lo más alto de esa cumbre.
Esa subida última, encuadrada
dentro del km 40 de competición, decir que fue, especialmente dura para mí
persona.
Es corta en extensión, pero con
una verticalidad máxima. Y sumado a lo que ya llevábamos entre pecho y espalda,
por momentos creía que ascendía hasta lo más alto del Himalaya.
Ese último ascenso me lo hizo
ameno ( dentro de lo que cabe), una mujer la cual no conocía de nada y que en
todo momento, iba delante mía.
Luego, a la finalización de la
competición me dijeron quién era. La madre (nada más y nada menos), que de la
chica que había quedado como 1ª clasificada de la Quixote Legend, y ella, en
este caso como 2ª clasificada de la general. PALABRAS MAYORES.
Y es que de tal palo, tal
astilla. Qué manera imprimir ritmo en esa subida más que trepidante. Que
energía derrochaba esa mujer, la cual rondaría los 50, y una vez coronó su
cumbre, el que suscribe ya no la volvería a verla hasta cruzar la línea de
meta.
Al que sí que volví a ver, ( y
cuanto me alegraba), fue a mi Cayuela.
Lo que yo os diga. Bárbaro es
poco para catalogarlo. Pensando que ya todo ese último descenso hasta llegar a
la meta lo iba a llevar a cabo en solitario, Dios me dio esa oportunidad de
volver a repetir lo que en la primera etapa de la Quixote Legend hicimos. Que
no era otra cosa que cruzar junto a mi Cayuela esa línea de meta.
Esther Sánchez y Pedro Cayuela
Esther Sánchez y Pedro Cayuela
De esta manera, no se podía dar
mejor la circunstancia. Empezábamos juntos y la terminábamos de la misma forma.
Decir, que esos últimos 7 km de ruta
compartidos y junto a mi Cayuela, fueron de lo mejor que disfrute de esos casi
160 km de ruta.
Os podéis imaginar el momento. El
delante mía, me comentaba que la competicion que había llevado a cabo, sin duda
había sido la mejor de toda su vida.
Y de la mía le decía yo también.
Ha sido mucho lo sufrido, mucho por lo que nos habíamos sacrificado, para no
ver cumplido nuestro sueño.
Y lo dábamos por hecho, pasadas 6
horas con 37 minutos, y finalizados esos últimos 50 km con sus casi 2200 metros
en positivo a cumulados.
La entrada a meta de esta
competición he de decir que ha sido la mejore de mi vida.
Justo cuando empezaba a divisar en línea recta la calle que nos conducía
hasta dar por concluida dicha hazaña, aparecieron mis hijos corriendo para
recibirme como es debido. Ellos, y mi primako junto a su princesa.
Sin pensármelo, a mis dos hijos
les dije que se pusieran al lado mío y cogidos de la mano, para entrar de esta
manera los tres por esa línea de meta.
Agradecido estoy a mi Primako
Miguel, que gracias a su persona, esa circunstancia fue posible ya que fue el
que desde Cartagena junto a mi mujer los llevo hasta esas inmediaciones y con
cámara en mano grabo este preciado momento.
Emocionado por lo conseguido, al
paso por esa línea de meta, me ponía de rodillas y junto a mis hijos nos
abrazamos y lo celebrábamos.
Luego vino el momento de darle un
beso a la Cerillica. Como siempre y desde un segundo plano, allí me esperaba
emocionada también ( ya que se lo notaba en sus ojos), y me felicitaba por lo
conseguido.
Esos momentos, de lo que doy
gracias es, que se pudieron grabar por completo.
Pase el tiempo que pase y siempre
que lo desee, volviéndole a dar al play, me situaré en materia y doy por seguro
que se me volverán a caer las lágrimas.
Terminadas las felicitaciones con
mi familia, tocaba infundirme en tremendo abrazo con mi Cayuela.
Tocaba agradecernos
recíprocamente todo lo sufrido. Todo por lo que habíamos luchado para darse ese
caso y poder celebrarlo como se estaba llevando a cabo después de haber cruzado
esa línea de meta y juntos.
Tremendo abrazo y inmensas sensaciones junto a mi Cayuela después de lo pasado y sufrido en toda esta majestuosa competición. Gracias mi hermano
Tremendo abrazo y inmensas sensaciones junto a mi Cayuela después de lo pasado y sufrido en toda esta majestuosa competición. Gracias mi hermano
Y es que una vez más debo de
admitir ( y nunca lo pondré en duda), que mi Cayuela junto con mi Andrés son
muy grandes.
Y que se mediera la oportunidad
de haber podido correrlas y disputarla a su lado, ha sido otra de esas grandes
experiencias que conservaré en mi corazón de por vida.
Siempre que salga a relucir la
palabra "Legenda", sus caras, vendrán a mi memoria. Porque (no sin
quererlo), sino , queriéndolo mucho y sufriéndolo a la vez), esos 160 km
disputados, mejor que ellos no sabe nadie lo que nos costaron afrontarlos para
dar por concluida la prueba.
Lo habíamos conseguido y que
orgullosos nos sentíamos.
Que satisfacción me
embargaba de ver que por todo el
sacrificio que había comportado meses atrás haberlos planteados los
entrenamientos, en su justa medida y forma, nos regalaban el mejor de los
trofeos. Haber cruzado esa línea de meta, junto a mi familia y Cayuela.
Lo que allí nos esperaba, os lo
podéis imaginar, cerveza a tutipley junto a un gazpacho manchego que te quitaba
los dolores en el momento. Eso y salchichas, morcillas y beicon a la plancha.
Ahhhh, y un pan de campo, de dos pares de cojones. Yo creo que era el mismo que
llevaba Sancho Panza en sus alforjas.
Lo que os diga, mejor fuente de
energía que esa, para reponer fuerzas después de todo lo sufrido, sin duda no
había.
Allí, al completo nos encontrábamos
cada uno los cuales dábamos por concluida a la prueba. Todos al unísono y a
nuestro paso nos felicitábamos por lo conseguido.
Muestras de afecto y cariño,
emociones a flor de piel lo que allí se transpiraba al ver la cara de la gente
al cruzar esa línea de meta.
Duchado y casi repuesto de lo
sufrido, tocaba juntarnos con los nuestros. Antonio e Isidro Ibarra, Inma
Tonda, El Primako, La cerillica, los pekes corriendo, Pedro Cayuela, Esther
Sánchez, Andrés López, nuestro Suso, Tomás Blanes, nuestro fotógrafo oficial de la prueba Javier
Martínez junto y su princesa Blanca, no olvidándonos de nuestro Maestro Juande
y su Reina Conchi..
Energía de la buena la que allí y
entre nosotros nos transmitíamos.
Eso y que pasado unas horas y
pedido un bocata de tortilla a la francesa con tomate nuestro Antonio Ibarra
para compartir con su hermano, hizo que a los allí presentes se nos despertara
de nuevo el hambre y se pidieran cuatro bocatas más de esos.
Está claro que momentos
inolvidables los que allí y durante esos tres días nuestras personas vivieron y
sintieron en todo momento.
Entregados, por parte de la
organización todos los trofeos a aquellos que se los ganaron, ya tocaba solo
esperar turno para subirnos a los autobuses correspondientes, y que estos nos
trasladaran a esa localidad de origen llamada Alcázar, donde teníamos nuestros
vehículos propios y que harían que desde allí nos trasladásemos hasta
Cartagena.
Hasta que ese traslado se produjo,
decir debo que nos mojemos y bastante.
Una vespertina e inesperada
lluvia, invadió el lugar en el cual nos encontrábamos, haciéndome presagiar
como si de unos Ángeles allí presentes se encontraran, y estos con sus lágrimas
derramadas, lloraran por nuestra marcha.
Toda esa larga espera, de
terminada la competición hasta la subida al autobús, debo decir que fue lo que
más duro se me hizo ( y hablo en primera persona).
Sin considero que hubo algún
fallo por parte de la organización ( si se puede catalogar como tal), fue ese,
el tenernos allí todos, pudiéndose haber decretado y en varios viajes, la
marcha antes de lugar, para no llegar tan tarde (como llegábamos después de
tres duros días de competición), a nuestras casas.
Lo digo por lo concerniente a los
que allí presentes nos encontrábamos y habíamos hecho frente a su totalidad de
los 160 km.
Pero, como perfecto no puede ser
todo, me quedo con la experiencia y risas de ese momento junto al grupo.
Por lo demás, despedirme y
agradecer sobre todo a la Organización de la prueba, la confianza que habían
depositado en mi persona, para que durante toda la prueba y con mi cámara
grabara momentos de la misma.
De esa manera, me consta que
nuestro Javier Martínez, ha tenido material de sobra para montar los videos que
se ha currado.
Muestra de ello, os habréis
fijado, que en cada una de mis crónicas pasadas y las cuales hablaban de la
Quixote Legend, a la finalización de la misma, dejaba un enlace de vídeos que
se había currado nuestro Javier Martínez.
En esta última crónica la cual os
dejo y siendo tan especial para mi persona, aparte de dejaros con más vídeos
los cuales Javier Martínez nos hizo partícipe, os dejaré un nuevo enlace, del
vídeo que mi persona preparó para tenerlo de recuerdo.
Sabéis y de sobra llegado este
momento ( y creo que los que me seguís por este medio ya me conocéis), que no
escatimamos en materia. Y como material y del bueno había, el vídeo que os dejo
de las tres competiciones íntegras suma un total de 1 hora.
Ala, pa si estáis aburridos en
casa y no sabéis que ver en la tele, le deis al play y os entretengáis un rato.
Lo dicho, muchas gracias a cada
uno de los participantes y compañeros que en uso y materia, nos vimos inmersos
en esta batalla.
En especial quiero nombrar a uno
porque se creó un vínculo de amistad de por vida.
Hablo de ese pedazo de Titán
mallorquín y que por nombre tiene Tomás Blanes, el cual, junto a mi Cayuela ya
le dijimos que en Cartagena para cuando quisiera tenía una casa.
Al resto que deciros, que muchas
gracias por vuestros ánimos en carrera y sobre todo en esta última etapa.
Tuve el placer de cruzarme con
mucha gente conocida la cual a mi paso y poniéndome cerca de ellos, no dudaban
en saludarme y darme ánimos a que prosiguiera.
Gracias quiero dar a la persona
de Yedra, por las palabras vertidas hacia mi persona en uno de los vídeos que
colgaba en la red, animándome en plena ascenso a los chorros de rio mundo.
Gracias también quiero dar a ese
Ciezano bueno (Juanjo), por esos momentos compartidos de ruta y que sin dudarlo
y sin conocernos estrechamos lazos de amistad sincera.
Gracias también por sus consejos
quiero dar a Antonio Ibarra e Inma Tonda, como también a su hermano Isidro.
Gracias a José Amorós y Miguel
Angel, los cuales en parte de la competición, tuve el placer de correr a su
lado.
Infinitas y grandiosas gracias
quiero dar a una dama, que más que dama, se ha convertido en nuestra princesa.
Ella es Esther Sánchez. Sin duda, en gran parte de la batalla y sobre todo en
esas dos últimas contienda, su persona ha sido la que nos ha guiado en la ruta.
Y de que manera y cuanto lo agradezco de veras.
Junto a Cayuela y Suso y mi
Andrés del alma y junto a ella, han sido km y km de risas, de momentos que ya
guardos como mios.
Gracias Suso por haber sido
partícipe en este gran sueño. Gracias te doy por ello, y sabes que pasado el
tiempo y como nos dijimos, nada más que tendremos que mirarnos a los ojos para
entender perfectamente y de sobra lo que por estas montañas sufrimos y nos
reímos. GRACIAS
Para finalizar, las gracias
quiero dar a mi familia ,por haber hecho que este reto se cumpla.
Gracias a mi mujer Alicia y mis hijos (Marcos y Dani), pero inmensamente
las gracias se las doy a mis suegros Cristina y Diego.
Mis suegros, en cada una de mis
competiciones son siempre mis piernas. La derecha y la izquierda concretamente,
y mi cerillica, ella, mis pulmones.
Gracias a todos ellos, puedo
llevar a cabo cada uno de los entrenamientos y específicos programados por ese
pedazo de entrenador que tengo y que a la vez me enorgullezco en nombrarlo.
Gracias Manu (mi Gacela Asturiana y entrenador personal). Gracias mi hermano
por haber hecho, que los entrenamientos que me planificastes para hacer frente
a esta lucha, no los haya considerado como duros, y si como de
"traca". Tu me entiendes.
Sabes que desde que estamos
juntos en esto, han vuelto a mi vida las puras y duras sensaciones cuando
entreno o compito. Si ninguna otra pretensión, que hacerlo lo mejor que pueda.
Contigo, sin duda lo he
conseguido y vamos a seguir trabajando, compitiendo y disfrutando juntos.
Sin dudarlo, en cada una de mis
competiciones, mi trofeo es tu persona, de saber que estas siempre a mi lado, y
haciendo que no me encuentre perdido en todas las programaciones.
Gracias mi gente. Gracia a todos
y cada uno de mi Brigada de la Muerte, que con sus mensajes, los momentos más
amargos me los endulzaban con canelita en rama.
Os quierooooooooooo a todos
Cabronesssss..........
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