No estaba pensado, pero antes de
partir a tierras valencianas, me apetecía soltar un poquito las piernas, y
hacer de esta mañana, un momento diferente.
Así ha sido, y cuanto lo
agradezco. A las 11:00 en punto y en solitario nos encotrábamos de nuevo en
nuestro campamento base para salir realizar una rutica y de las buenas.
En este caso de las que denomino
yo como, ansiolíticas. No hay mejor medicamento contra el estres que salir a
correr y sentir en tus pies la montaña.
Eso es lo que he hecho, y cuantas
gracias doy por ello. La primera sorpresa al salir ha sido, encontrarme por las
inmediaciones a mi gran amigo Pakico. Sin palabras la alegría que me ha dado
verlo.
Y más dándome la noticia que me
ha dado. En breve os pondré en conocimiento de ella.
Por lo demás, he seguido
dirección hacia las carihuelas y desde su altiplano me he dejado caer hasta
llegar a la vertiente del GR92 para ascenderlo y llegar a todo lo alto del
Puntal del Moco.
Más que Puntal del Moco, yo, lo
denominaria "Puntal de la Vida", allí arriba, debo deciros que todo
se ve diferente. Todo se transforma y tus dudas quedan solventadas de
inmediato.
Ha sido una gran sorpresa llegar
a todo lo alto y verme allí arriba a tres compañeros (que sin conocerlos de
nada), no han dudado en compartir comentarios y hacernos una foto.
Gracias compañeros por ese
momento.
El día que nos ha salido, debo
decir que de cine. De auténtico alucine. De manga sisa, y pantalón corto. Con
un sol de justicia que te hacía disfrutar como nunca.
Lo que yo os diga, un auténtico
privilegiado por poder disfrutar de todo esto.
Una vez, el saludo oportuno entre
los compañeros, me he dejado caer hasta llegar al camino original (de nuevo),
del GR, y desde allí hemos llegado hasta el Mirador del Roldan, para desde su
altiplano dejarnos caer por su vertiente principal y llegar hasta los
estacionamientos donde teniamos el coche.
Allí, grata sorpresa al
encontrarme en nuestra oficina de siempre y documentandose de las mejores
formas, nuestro Agúila Roja y su princesa.
En total, 10 km en 1h. Sin
palabras. Gracias.
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