martes, 8 de enero de 2013

14 km de infarto de miocardio


Buenos días mi gente. Ante nosotros una nueva oportunidad convertida en un nuevo reto. Una nueva andadura donde tu solamente tienes el truco para abrirte paso mientras vas caminando.

Hoy toca de nuevo retomar los entrenamientos de montaña, con la exigencia que requieren para afrontar en breve nuevas y maravillosas competiciones.

Una vez más en el día de hoy, parte de la BDM X-TREM se calza las zapatillas y salta al medio por donde mejor se desenvuelven.

Espero, que ante este despertar, lo que te hayas encontrado sea bueno. Y cuando incido en decirte, (lo que te hayas encontrado), me refiero, a esas ganas de querer seguir inmersa en esta magia. En este mundo llamado vida.

En el cual, donde tu solamente te das las instrucciones oportunas para que se siga hacia adelante.

Eso es lo que quiero y más deseo. Que ante la adversidad nada te detenga, y tengas claro que todo aquello que te has propuesto, va a ser resuelto.

Lucha, camina, respira y siente. Todo ello sumado (y para mí de máxima importancia), al saber que no te encuentras sola. AL contrario.

Somos muchos (y yo incluido), que transitamos el mismo camino. A pesar de a veces no coincidir, pero en la distancia siempre vamos unidos.

Por ello te animo a que recapacites. Y si había algo que te hacía pensar o determinar en pararte. Que no lo hagas. Que continúes para que todos tus sueños se te cumplan.

Piensa en ese nuevo reto que te propusiste en llevar a cabo nada más comenzar este nuevo año.

Piensa en todas esas oportunidades que de nuevo te ibas a brindar y que hasta ahora no lo habías llevado a cabo.

Piensa en todo aquello, que a pesar de haber podido realizarlo, por circunstancias de esta vida, no has podido hacerlo, y en estos precisos momentos se te muestran ante ti para que los realices sin obstáculos.

Esa es la auténtica magia de la vida. 
Esa es la auténtica energía que nos da nuestro universo. 
La de hacerte disfrutar siempre y cuando tu lo quieras
ante lo que se nos muestre, y tu sin dudarlo
estés dispuesta para ello.

Después de esta pequeña introducción y por no haber podido escribiros en el día de ayer, porque no tuve tiempo una vez que finalice en entrenamiento por tener que afrontar una nueva jornada laboral. En líneas más abajo, os detallo el entrenamiento en su totalidad que llevamos a cabo junto al grupo.





Como lo escucháis y os enunciaba al inicio de esta crónica.  De infarto de miocardio he catalogado el entrenamiento de esta mañana. Duro y exigente, pero de los que te reconfortan una vez lo has finalizado.

De buena mañana nos dábamos cita en el lugar de siempre. Nuestro punto de partida de todo específico o entrenamiento que se lleva a cabo (campamento base), Mister Morcillo, Daniel Campos y un servidor para hacer frente a lo que como os decía en líneas arriba, iba a ser un entrenamiento de los buenos.

Aproximándose futuras competiciones, y pasadas las fiestas navideñas, ya no habían escusas y tenía que comenzar las fiesta kilométrica cuanto antes.

En este caso el específico programado para el día de hoy era, entrenar por montaña, con intervalos de series en diferentes puntos del recorrido.

De esta manera y con la motivación a tope, dábamos comienzo al mismo, introduciéndonos por la senda principal que nos llevaría hasta la primera serie asignada, que en este caso la teníamos programada justo momentos antes de dar inicio a la subida por el zig zag hasta llegar a lo más alto del Castillo del Roldan.

Esta parte la habíamos programado hacerla a series de minuto a ritmo superior a la de competición, y pasado ese minuto, otro minuto de recuperación sin llegar a pararse y siguiendo ascendiendo camino arriba.

En este tramo la patata (corazón), se te pone a mil. Y lo que veníamos comentando los compañeros y yo. Y eso que acabamos de empezar. 

Bueno, pues calculando que aproximadamente en dicho tramo hacíamos frente a unas cuatro series, llegábamos a todo lo alto del Castillo del Roldan, para recuperar durante 4 minutos, y dejarnos caer a ritmo por la pista general que da por su parte de atrás hasta llegar justo al cruce que nos introduciría por la senda del Oso.

Esa bajada de la cual os hablo, fue bastante buena, con un pequeño contratiempo en su parte final para mí, que hizo que parte del entrenamiento se viera mediado al haberme torcido un tobillo.

Con molestias y habiendo ingerido una "pichica de gato" en el momento, prosegúiamos con la exigencia del guión marcado para el día de hoy.

Viendo que estaba mermado en mis posibilidades de hacer frente a lo establecido, y no viéndome al 100 x 100, les comenté a mis compañeros que pasaran delante mía y cogieran su ritmo.

En este nuevo tramo del cual os hablo, el de la Senda del Oso. Determinaríamos la siguiente sesión de series hasta llegar a lo más alto del mirador del Roldan.

Lo establecido para ese momento era afrontar dicho tramo a series de un minuto a tope, y la recuperación reducirla a 30 segundos. Uffffffff. De nuevo, la respiración y pulsaciones saltaban por los aires.

Ese minuto del cual os hablo a tope, se hace interminable, pero es que luego esa recuperación activa (sin parar y trotando en todo momento), se pasa volando, y cuando te has vuelto a dar cuenta, tienes que arrancar y darlo todo.

De esta manera, unos mejor que otros, y yo en este caso en los tramos más técnicos asegurando, llegábamos a lo alto del altiplano del Mirador del Roldan. Las sensaciones hasta ese momento eran buenas. Cansados y agotados por lo acumulado hasta el momento, no quitaba que quisiéramos seguir hacia adelante para dar por finalizado en breve el entrenamiento.

El siguiente parcial de series a realizar esta determinado en su totalidad por el tramo que une el citado mirador del Roldan y el GR-92, hasta justo el cruce que determina poder subir al Puntal del Moco.

Calculábamos aproximadamente uno 8 minutos y medio por cada serie establecida. Porque en este caso lo establecido (después de 4 minutos de recuperación), era ir hacia la parte de la cual os hablaba en líneas arriba a tope, y una vez llegado al final del tramo, recuperar otros 4 minutos y volver al punto de partida. En este caso el Mirador del Roldan, para una vez allí, dejarnos caer por su vertiente principal y llegar sin problemas hasta donde teníamos los vehículos estacionados y desde donde horas antes dábamos comienzo al entrenamiento.

Esas dos últimas series de las que os hablo, impresionantes. Yo no pude disfrutarlas como mis compañeros, porque la parte del empeine del pie y según pisaba me dolía y de que manera. Inclusive hubo un momento que estuve apunto de caerme por no tener la pisada firme.

Ahí lo entendí. Lo comprendí e inclusive llegue a tener una conversación privada con nuestro señor Jesucristo  Le dije que lo había entendido. Que no iba a arriesgar más de lo estrictamente necesario. Que finalizaría el entrenamiento de las mejores maneras posibles, y en futuros y venideros específicos, de nuevo daríamos el ciento por ciento.

Pues como os comentaba. Un entrenamiento buenísimo. De los que te hacen sentir, a pesar de los contratiempos, que dicho sacrifico ha merecido tremendamente la pena.

Ya en el parking donde teníamos los vehículos, nuestro gps nos marcaba la distancia recorrida. 14 km en 1h.40. 

ENLACE DE RUTA DE ENTRENAMIENTO:   

http://connect.garmin.com/activity/259588141

Por lo demás y antes de dar por finalizada esta crónica decir, que ha sido una grata sorpresa encontrarme momentos después de finalizar el entrenamiento a un buen amigo al cual admiro y aprecio mucho como es nuestro compañero Jose.






A él le dedico estas líneas y le animo a que siga con la recuperación de su lesión. Un deportista de élite el cual en estos momentos está lesionado, y estoy deseando que se recupere al 100 por 100, para en breve poder disfrutar juntos de alguna que otra salida por nuestras montañas de Cartagena. Un fuerte abrazo Jose.

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